BERTA GARCIA
CONSUMO

El vinagre, aliado casero

Tener la ropa y la casa limpia es una necesidad básica, pero los productos que usamos para la limpieza, por lo general, afectan negativamente a nuestra salud, nuestra economía y al medio ambiente. La industria los ha diversificado de tal forma que ya no basta con uno o dos tipos de productos de limpieza, sino que cada espacio de la vivienda o aparato electrodoméstico requiere el “adecuado”.

A pesar de las medidas que tanto la Administración pública como colectivos ambientalistas han ido tomando para reducir su impacto en la salud humana y ambiental, la sociedad se mantiene en sus trece gastando más en detergentes y limpiadores que en comida.

De entre los aliados para la limpieza hoy destacamos el vinagre, pero ¡ojo!, no hablamos del novedoso “vinagre para limpiar” presente en las estanterías de productos limpiadores, sino del socorrido vinagre alimentario (el de ensaladas, encurtidos, etc.). Tradicionalmente se le han atribuido mil usos domésticos y para la salud y, aunque tiene sus sombras, según investigadores de productos químicos de consumo, no cabe duda sobre algunas de sus bondades.

Por ejemplo, es un as matando piojos y pulgas, así como una alarma para las hormigas. Un chorro de vinagre de manzana va bien para aclarar el cabello e incluso el pelo de gatos y perros, nuestros fieles amigos; lo mismo sirve para abrillantar herramientas y tornillos oxidados como para limpiar esos cristales de casa o los limpiaparabrisas de los coches, a los que este producto ayuda a sacudir la escarcha nocturna o el vaho de las ventanas.

Entre sus ventajas está su índice cero de toxicidad y su económico precio. Aunque no es oro todo lo que reluce y hay que huir de la publicidad engañosa que asegura eso de «con una pasadita basta». Pues va a ser que no, pues parte del truco, probablemente, está en “el juego de muñecas”, como antaño. Pero el bolsillo nos lo agradecerá y también los retoños de ahora adultos de mañana. Pongamos nuestras gotitas de vinagre diarias y eliminemos de un plumazo tantos envases de plástico. Seguiremos comentando de otros aliados domésticos.