El western europeo es una especie en extinción, pero de vez en cuando algún que otro cineasta del viejo continente intenta darle su toque personal al género, con la mirada puesta en sus grandes maestros de origen. Jacques Audiard ha invocado al Arthur Penn de “Pequeño gran hombre” (1970) y “Missouri” (1976) para buscar la inspiración necesaria en la adaptación de la novela homónima del canadiense Patrick Dewitt, autor al que ya había adaptado en “De óxido y hueso” (2012). El guion de “The Sisters Brothers” (2018) lo ha escrito con su habitual colaborador Thomas Bidegain, aunque la del zuberotarra no es la única presencia de Euskal Herria en la película. El rodaje dio comienzo en las sierras de Urbasa y Andia, para luego trasladarse a los escenarios aragoneses de los Monegros y los Pirineos, acabando, como manda la tradición del gazpacho-western, en Almería y en su icónico poblado de Tabernas.

Aunque pudiera parecer que, tratándose del primer rodaje en inglés de Jacques Audiard y dentro de un género otrora tan popular como el western, su nuevo trabajo iría a parar a circuitos más comerciales, en realidad no es así. Cierto es que la película ha contado con capital estadounidense para completar un elevado presupuesto de 38 millones de dólares, pero hasta ahora en la taquilla mundial solo ha recaudado la tercera parte. En el fondo, “The Sisters Brothers” no deja de ser un encargo, porque el actor John C. Reilly compró los derechos de la novela en el 2011 a través de su productora, reservándose como productor el papel del mayor de los hermanos Sisters. Sin embargo, por encima de cualquier otro reclamo, ha prevalecido la personalidad de Jacques Audiard, quien ha seguido ganando premios en los festivales internacionales al igual que con el resto de su filmografía francófona. En la Mostra de Venecia se llevó el premio de Mejor Director, y luego se hacía con cuatro premios César, incluido nuevamente el de Mejor Dirección.

Sus siete anteriores realizaciones fueron también galardonadas a un nivel similar, y así “Mira a los hombres caer” (1994), “Un héroe muy discreto” (1996), “Lee mis labios” (2001), “De latir, mi corazón se ha parado” (2005), “Un profeta” (2009), “De óxido y hueso” (2012) y “Dheepan” (2015) permanecen grabadas en las mentes de toda la cinefilia de las últimas generaciones, como asimismo lo va a estar su originalísimo western “The Sisters Brothers”.

La película trasciende los límites espaciales del Viejo Oeste con sus grandes e infinitas praderas, para describir un viaje en el tiempo que va del pasado violento al futuro utópico, y todo ello partiendo de la fiebre del oro de 1850. Los hermanos Sisters –Eli (John C. Reilly) es el mayor y Charlie (Joaquin Phoenix), el pequeño– son dos asesinos a sueldo que viajan de Oregón a Sacramento por orden de su patrón: El Comodoro (Rutger Hauer). Su misión es la caza al hombre, en concreto la de un buscador de oro (Riz Ahmed) que ha descubierto un nuevo proceso químico para encontrar oro en los lechos de los ríos. En su expedición contarán con la compañía del detective Morris (Jake Gyllenhaal), quien será ganado por la causa del hombre al que persiguen, un utopista seguidor de Thoreau que, con el dinero del oro, quiere formar una comuna ideal.

La hermandad criminal de los Sisters tiene sus conflictos internos, ya que el mayor quiere llevar una vida normal, mientras que el pequeño es violento por naturaleza. Al final la redención tendrá para ambos el recorrido del camino de vuelta al querido hogar, para reencontrarse con su madre (Carol Kane).

Las primeras críticas han sido unánimes a la hora de aplaudir el acierto de casting con un estudio de personajes magistral, junto con los toques de humor negro y los momentos surrealistas en forma de arañas venenosas o caballos en descomposición. Si a esto le sumamos la fotografía de Benoît Debie y la música de Alexandre Desplat, queda todo dicho.