IñIGO GARCÍA ODIAGA
ARQUITECTURA

Un edificio-parque

El último edificio del estudio de arquitectura Approach Design (ZUP) añade un nuevo pabellón de dimensiones titánicas al Centro de Exposiciones y Convenciones de Hangzhou, en China. En lugar de construir un inmenso monumento icónico, el estudio ubicado en Pekín decidió adoptar un enfoque diferente diseñando un edificio disuelto en un parque. De este modo su cubierta se transforma en un paisaje verde, en una topografía con gradas, paseos o lugares de estancia que incluso alberga una gran pista de atletismo y varias canchas deportivas.

El proyecto se encuentra en el entorno del parque industrial Hangzhou, un área que se ha convertido en un centro tecnológico de computación, de análisis de big data e inteligencia artificial. Anualmente se celebra cada otoño la “Conferencia Yunqi”, una de las fiestas científicas y tecnológicas más grandes del mundo. Curiosamente, este evento se llevó a cabo al aire libre durante varios años, simplemente por lo “inapropiado” de los lugares disponibles. Lo inadecuado de aquellos espacios no era su tamaño o sus condiciones físicas, sino su falta de imaginación, que impedía a los visitantes soñar con nuevas posibilidades. Por lo tanto, los diseñadores del nuevo centro de exposiciones evitaron seguir experiencias pasadas y, en lugar de construir otro recinto genérico, apostaron por interpretar las claves del lugar en la nueva construcción.

Además se estudió específicamente el modelo clásico de centro de convenciones. Hoy en día, casi todas las ciudades importantes poseen un centro de exposiciones que requiere una gran cantidad de recursos públicos para su mantenimiento. Incluso los más concurridos alcanzan únicamente una tasa de uso del 40%, lo que significa que permanecen inactivos al menos 200 días al año, mientras que la media de uso de la mayoría de los centros es inferior al 10%.

En consecuencia, se decidió reducir el tamaño del edificio para amortiguar su impacto, tanto volumétrico como energético, comprimiendo esta megaestructura de 66.000 metros cuadrados a solo 6,6 metros de altura. El proyecto se presenta así como un enorme techo bajo, cubierto de césped, lo que le otorga un aspecto exterior amable que atrae e invita a la gente a acercarse a él.

Alrededor hay una multitud de suaves pendientes cubiertas de hierba, por lo que toda la cubierta parece ser una extensión del horizonte, y acoge abiertamente a los visitantes para que caminen sobre la estructura. De este modo, el diseño de la segunda etapa devuelve todos los terrenos ocupados por esta construcción al público, en un interesante parque altamente respetuoso con el medio ambiente.

Esa gran cubierta no es solo un parque paisajístico, sino que también presenta diez tipos de instalaciones ligadas al ocio y al deporte, como un campo de fútbol, una torre de vigilancia, un foso de arena, un pequeño teatro, una plataforma de patinaje sobre ruedas, una huerta comunitaria, así como una pista sinuosa de atletismo de 760 metros de longitud. Todos estos diseños atraen a un gran número de personas, que acuden a hacer ejercicio, descansar y jugar, independientemente de las actividades del centro de exposiciones. Además, se ha convertido en un centro de actividades comunitarias espontáneas como conciertos, partidos de fútbol o espectáculos como el carnaval de la ciudad, de modo que es ya un lugar de referencia para los habitantes de la ciudad todos los días del año.

El parque se extiende hasta la plaza que organiza la entrada principal al centro de convenciones, junto con las escaleras que construyen un espacio curvo y crean un teatro al aire libre abierto las 24 horas del día. En la otra esquina del parque, la rampa de carga y descarga se transforma en una forma ondulada a modo de origami, que se utiliza como plataforma de patinaje o como un tobogán improvisado para los niños.

Un pabellón multiuso. El interior ya no sirve únicamente como sala de exposiciones. Un sistema de instalaciones versátil permite, en ausencia de muestras o congresos, transformar inmediatamente las salas en espacios destinados a prácticas deportivas como baloncesto, bádminton, tenis de mesa o entrenamiento físico.

Por lo tanto el resultado final no es solo un centro de exposiciones, sino también un gran parque público y un estadio deportivo para la ciudad. Una infraestructura que inyecta una nueva vitalidad e infinitas posibilidades gracias a su diseño abierto, en un área que de otra forma quedaría desierta amplias temporadas, en ausencia de determinadas actividades. En ese sentido, el edificio se convierte en un manifiesto a favor de los usos mixtos y la maximización de los recursos públicos en la construcción de la ciudad.