IKER FIDALGO ALDAY
PANORAMIKA

Aniversario

En la anterior entrega proponíamos un marco de análisis del papel de la pintura en la actualidad, una de las disciplinas artísticas más longevas y las diferentes maneras de relación en un mundo plagado por la producción, distribución y destrucción de imágenes. Su vigencia es indiscutible y el lenguaje de la pintura sigue siendo utilizado por las nuevas generaciones de artistas. Quizás porque continúa como una de las líneas fuertes de la formación académica o porque es uno de los elementos estrella de cualquier exposición, algo tan aparentemente superado como componer desde un pigmento una imagen que se fija sobre una tela imprimada tiene, sin duda, un lugar importante en la creación contemporánea. La muestra como espacio para la exhibición y puesta en juego de los elementos del arte se reivindica como el momento en el que la pieza acabada es puesta en diálogo con el resto de elementos que la conforman.

La organización de una exposición no solo radica en la composición conceptual de un discurso que la atraviese, o en la propuesta formal de los elementos dispuestos en la sala. El público es parte indispensable de este lugar de intercambio en el que cada una de las obras es un disparadero de opciones para las maneras de sentir e interpretar el arte. Las dos reseñas que proponemos a continuación se construyen en torno a la pintura y tienen como nexo común ser la celebración de su relevancia en un contexto como es el de nuestro territorio.

El pasado 12 de julio, la Fundación BilbaoArte, con motivo de la celebración de su 20 aniversario, abrió las puertas de “Begirada”. Una exposición colectiva nutrida por los fondos de la institución y en la que la pintura es el elemento central. Tantos años de andadura dan para proponer una muestra en la que artistas de diferentes generaciones conviven hasta el 22 de este mes. Esta visita nos proporcionará una visión general de la pintura vasca actual, así como del diálogo entre las diferentes maneras de entenderla. Lenguajes como la ilustración, el grafiti o la publicidad subyacen en varias de las creaciones mientras, a su lado, el realismo o la crítica social asumen su espacio de protagonismo. El numeroso elenco formado por veinte componentes incluye nombres como Judas Arrieta (Hondarribia, 1971), Txaro Arrazola (Gasteiz, 1963), Taxio Ardanaz (Iruñea, 1978) o Gala Knörr (Gasteiz, 1984). La colección toma vida y es puesta en valor en una reivindicación doble, el buen estado de salud de la pintura como espacio para la práctica artística y la necesidad de seguir apoyando a las generaciones de artistas que constituirán la cultura del futuro.

El centenario del nacimiento de la pintora Menchu Gal (Irun 1919-Donostia 2008) es el motivo principal para la invitación que nos hace el Koldo Mitxelena Kulturenea de Donostia. “Vivir pintando, pintar viviendo” se inauguró el pasado 17 de julio y estará instalada hasta el 28 de setiembre. Este primer capítulo, que tendrá su segunda parte en Irun, alberga 23 obras que funcionan como un recorrido retrospectivo de parte de la vasta creación de la pintora irundarra. El color destaca de manera indiscutible en un elenco de piezas que han sido cedidas por varias instituciones, entre las que destacan el Centro de Arte Reina Sofía de Madrid o la Fundación Telefónica, junto al Museo Bellas Artes de Bilbo y la propia Fundación Menchu Gal. Sirva esta propuesta expositiva de reflexión sobre la visibilidad de las mujeres que han formado parte de nuestra Historia del Arte y cuya trayectoria, a pesar de la cantidad de premios y reconocimientos recibidos, queda siempre relegada a un plano de protagonismo mucho menor. Esta cuestión es también responsabilidad nuestra como ciudadanía crítica que consume cultura.