El descenso a la oscuridad es una metáfora recurrente en la historia, la música, la literatura o el cine, referida siempre a un protagonista que se sumerge cada vez más en las profundidades. Pero también existe el abismo si miramos hacia arriba: es como una escalera sinuosa que sube hacia lo desconocido, y cada paso, cada vuelta, requiere de una mayor audacia y confianza que el anterior. Este es el viaje en el que está embarcada actualmente la compositora Angel Olsen.

El camino que recorre Olsen es tanto hacia arriba como hacia adentro. Habitual colaboradora de diversos artistas en sus comienzos, sus canciones se fueron tornando de crípticas a cósmicas para ir creciendo exponencialmente en popularidad. Ahora, con su nuevo álbum, “All Mirrors”, encontramos a una compositora que se sumerge en terrenos introspectivos y reveladores. “All Mirrors” es un álbum que saca las garras, donde frases aparentemente simples y frías se expanden en ideas sobre la incapacidad para amar y la soledad universal. A lo largo del disco, Angel deja deslizar los tonos góticos que siempre han acechado en sus canciones.

El primer paso de todo este proceso fue concebir un disco en solitario que le permitiese volver a lo básico, a las canciones, y que grabó con el productor Michael Harris en Anacortes (Washington). Después de aquel trabajo, comenzó a germinar en su cabeza una versión más ambiciosa, en una segunda adaptación más maximalista de “All Mirrors” que evolucionó gracias al productor John Congleton, al arreglista Jherek Bischoff, al músico Ben Babbitt y a una orquesta de catorce músicos.

Originalmente, el plan de Olsen era lanzar ambas versiones del álbum al mismo tiempo, pero luego, como explica en un comunicado de prensa, decidió que «necesitaba separar estos dos discos y lanzar ‘All Mirrors’ en su forma más densa. Las canciones cogieron vida por ellas mismas convirtiéndose en poderosas y sorprendentes. Tal como lo veo, para que un artista sobreviva a algún tipo de cambio, ese cambio debe ser una constante. Para mí, eso significa tener algún tipo de epifanía o claridad expresada en la canción. No sé si es algo que inspira o me atrae, o si es solo por la forma en que estoy mirando mi entorno, pero el drama es algo que rodea mi mundo y siempre lo ha hecho. Al menos estoy feliz de haber aprendido a plasmarlo en mis canciones».

CD AIPAGARRIA

Varios

“Congo Revolution: Revolutionary and Evolutionary Sounds from the Two Congos 1955-62” • Soul Jazz, 2019 • Jazz africano

Recopilatorio que analiza la explosión musical que se vivió en el Congo en los años previos a la independencia, en 1960. De la rumba congoleña –una combinación salvaje de sonidos africanos, jazz e influencias latinas– surgieron las futuras estrellas que luego se convirtieron en nombres legendarios. Artistas como Franco, Grand Kalle, Tabu Ley, Dr. Nico o Papa Wemba, entre otros, aparecen aquí en sus primeros e innovadores grupos, como O.K. Jazz, Brazzos, Rock- A-Mambo, African Jazz y The Beguen Band. Esta versión ampliada incluye un folleto de cincuenta páginas con un extenso texto donde se explica la evolución de la música y la historia de los dos Congos, y cómo la música, la política y la cultura popular se cruzan con los colonizadores belgas y franceses a través de diferentes canciones.