LETICIA ORUE
TENDENCIAS

Al agua patos

Los que vivimos cerca del mar o tenemos un río a mano no lo tenemos ni tan mal, pero por algo será que en estos dos meses, la venta de piscinas hinchables se ha disparado hasta casi agotar las existencias. Normal, imagínate Madrid a 40°. Una piscina hinchable es la única manera de poder darte un chapuzón en casa a un precio razonable. En medio de la incertidumbre, no tenemos del todo claro si podremos bañarnos en la piscina o en el mar, así que aprovechemos como podamos para montarnos nuestra propia piscina. Y tranquilas, más allá del clásico azul o el Mickey Mouse, hay opciones de diseño como Mylle, o Minnidip que te harán cambiar totalmente la idea que tienes de las piscinas hinchables. Estampadas, con distintas formas y a la moda en cuestión de estampados y paletas, seguro que encuentras alguna que te guste. Y, además, muchos de los modelos están hechos con plástico reciclado. www.mylleshop.com / www.minnidip.com

 

La lámpara Li-Fi

A primera vista parece una ligera lámpara de escritorio, pero Oledcomm MyLiFi aprovecha la tecnología Li-Fi para conectarnos a internet de una forma segura y rápida. Diseñada por Pierre Garner de eliumstudio para Oledcomm, la lámpara usa Light Fidelity, una tecnología inalámbrica inventada en 2005 que, teóricamente, promete altísimas velocidades de conexión utilizando diodos emisores de luz (LED) en lugar de routers wi-fi estándar. Un sistema LiFi usa una bombilla LED que se enciende y apaga a tal velocidad que no es perceptible para el ojo humano. Estas señales de luz son recibidas por un dongle (una pieza de hardware que, por ejemplo, sirve para conectar dos dispositivos entre sí sin necesidad de cables) y, traducidas a los datos, nos permiten navegar por internet. Por naturaleza de la tecnología, la lámpara elimina las emisiones electromagnéticas y las redes no pueden ser interceptadas tan fácilmente como el wifi tradicional. El acceso a la red y la seguridad personal se manejan mediante una combinación de contraseña típica y dongle LiFi, una llave USB física. MyLiFi también funciona como una lámpara de trabajo ajustable, con temperaturas que van desde el blanco cálido (2200K) hasta la luz del día (6500K) con un brillo de hasta 650 lúmenes, ajustable a través de una aplicación móvil. www.oledcomm.net

 

Calamus

Los diseñadores Steve Wolf y Brandon Kershner, también conocido como Karni Studio, fusionan diseño gráfico y el diseño de mobiliario en Calamus, una colección inspirada en la Bauhaus que bebe de los dos mundos. Fabricada por Azzurro Living, las dos piezas de la colección cuentan con una estructura de formas geométricas construidas en madera de teca proveniente de explotaciones sostenibles. Pensadas tanto para interior como para exterior, son ligeras, cómodas y resistentes gracias a los rellenos de espuma y al tejido de los cojines. www.azzurroliving.com

 

El calibrador de pasta

Empieza la época de los truquitos de la abuela. Sobre todo con la comida, que tiramos mucha y cada eurito cuenta. Caliber Box es un recipiente pensado para calcular la cantidad de pasta por comensal, algo bastante práctico si no se te da demasiado bien lo de calcular las raciones “a ojo” o si estás controlando las cantidades que comes. Diseñada por Yohan Lansard, la tapa viene con medidores de ración para una, dos o cuatro personas. www.yohanlansard.myportfolio.com

 

 

Proyecto solar

Barro, frijoles y cactus exprimido. Mimbre, corteza de coco y agave pulquero. Estos son algunos de los ingredientes con los que seis estudiantes del Instituto Tecnológico de Monterrey (México) han diseñado una colección de lámparas solares de bajo costo, pensada para mejorar las condiciones de vida de comunidades que viven en áreas rurales aisladas con electricidad limitada. Dirigido por Moisés Hernández, el proyecto solar mezcla estos desechos con células solares y tecnología LED, para proponer una solución sostenible a la necesidad de casi siete millones de mexicanos que viven en áreas rurales aisladas con acceso limitado o nulo a la electricidad. Hernández y sus estudiantes tenían como objetivo crear luces con la menor huella de carbono posible, utilizando materiales biológicos y métodos de fabricación de bajo costo. Aunque algunos materiales no son “eternos”, para construir las lámparas solo se necesitarían los componentes electrónicos y el panel solar.