Jone Buruzko

Captandolas cosas del comer

 Bajo el significativo título de «Trae a casa la cosecha», tres pescadores birmanos lanzan sus redes en un lago cercano al puente U Bein en Mandalay (Myanmar). Fotografía: Zay Yar Lin|Pink
Bajo el significativo título de «Trae a casa la cosecha», tres pescadores birmanos lanzan sus redes en un lago cercano al puente U Bein en Mandalay (Myanmar). Fotografía: Zay Yar Lin|Pink

El hambre, ya sea por necesidad o por el placer de comer, da para mucho y así lo entienden en el Pink Lady® Food Photographer of the Year, uno de los certámenes punteros de fotografía gastronómica. Profesionales y amateurs de 70 países presentaron nueve mil instantáneas a la novena edición de este festival, optando así a los galardones de alguna de las 26 categorías que llevan el nombre de sus patrocinadores. Estas imágenes reflejan la realidad, cuentan historias, se abren a otras culturas, muestran costumbres o simplemente alegran la retina por su belleza y calidad. Por primera vez desde el nacimiento de este concurso en 2011 y con sede en Londres, la ceremonia de los premios se celebró online por culpa del covid-19. También por primera vez, las fotografías se pueden ver por internet en una serie de exposiciones virtuales y en este aperitivo de 7K. La imagen «After Exodus», justo bajo estas líneas, del fotógrafo de Bangladesh KM Asad, fue la ganadora y se llevó las cinco mil libras esterlinas del premio principal.

«After Exodus» fue la gran triunfadora del Pink Lady por esta imagen en la que los niños rohingya hacen cola  para recoger alimentos en un saturado campamento de refugiados en Ukhiya, Cox's Bazar. KM Asad|Pink Lady®Food Photographer of the Year

 

«Just Desserts» se mete en la carpa de un banquete nupcial, donde la camarera avanza sonriente portando los postres en medio de los invitados que apuran sus copas. Las bodas aúnan casi por norma la gastronomía y la fotografía. Thomas Alexander|Food Photographer of the Year

 

«Tattoo», dos manos de cerdo para representar el amor a los animales y el abismo que hay  entre algunas granjas y la realidad de los métodos modernos de cría industrial. Jonathan Minster|Pink Lady®Food Photographer of the Year