Además de la película de Imanol Rayo “Hil kanpaiak” (2020), hay otra producción rodada en euskara que participa en la sección New Directors del SSIFF 68, por lo que junto a ese premio también opta al Irizar del cine vasco. Se trata de “Ane” (2020), ópera prima de David Pérez Sañudo, un profesional del audiovisual que se mueve entre Bilbo y Gasteiz, y que ha sido nombrado tutor de la diplomatura de dirección cinematográfica en la Escuela de Cine del País Vasco. Su primer largometraje se basa en el cortometraje homónimo que realizó en 2018, una experiencia previa que le ha permitido desarrollar la idea argumental con todas las consecuencias en colaboración para la escritura del guion con Marina Parés. El empujón definitivo a la productora local Amania Films se lo han dado los tres premios obtenidos en el festival de Málaga Work in Progress: El Latido Films, dotado con 15.000 euros como adelanto de distribución, el Acorde, más modesto económicamente, para supervisión musical, y el Aracne Digital para la postproducción. Son ayudas que no vienen nada mal para un proyecto con un presupuesto inferior al millón y medio de euros.

Cuando no se anda sobrado de presupuesto conviene recurrir al talento local, algo que no tiene precio y siempre está ahí. Es de destacar lo prometedora que resulta la banda sonora de la película, compuesta por Jorge Granda, y con la orquestación de nuestra internacional Nerea Alberdi, conocida de la música en directo por tocar el violín y cantar en el grupo Dr. Maha’s. Las canciones que se incluyen en el score corresponden a bandas punteras del rock euskaldun, y así suenan Berri Txarrak o Willis Drummond.

Pero el mayor potencial de la propuesta reside en su muy compensado reparto, que suma a la pareja estelar formada por Patricia López Arnaiz y Mikel Losada un nutrido e importante plantel de secundarios y secundarias, con la joven Jone Laspiur como revelación. Cabe citar a Nagore Aranburu, Fernando Albizu, Miren Gaztañaga, Gorka Aginagalde, Aia Kruse, Luis Callejo, Iñaki Ardanaz, Ane Pikaza, Lander Otaola, David Blanka, Gaizka Ugarte, Amaia Lizarralde, Lorea Ibarra, Karmele Larrinaga o Karlos Aurrekoetxea.

Las principales localizaciones fueron Gasteiz y Baiona, aunque es la ciudad de Hego Euskal Herria la que centra la acción. Todo arranca con los incidentes vecinales que acontecen en un barrio en respuesta a la amenaza de expropiación de viviendas, dentro del contexto en el año 2009 de las obras de construcción del TAV.

Lide (Patricia López Arnaiz) es una joven madre de 34 años que trabaja como vigilante del trazado en desarrollo de dicho tren de alta velocidad y su largamente anunciada “Y”. En medio de un contexto tan convulso se sentirá alarmada por la repentina ausencia de su hija Ane (Jone Laspiur), que no ha ido a dormir a casa. Con la ayuda de su exmarido Fernando (Mikel Losada) iniciará la correspondiente búsqueda de la chica desaparecida, a la que le dobla la edad, ya que solo tiene 17 años. Un rastreo que le descubrirá la realidad de la relación maternofilial que mantienen, al comprobar que Ane es una completa desconocida para ella.

En sus declaraciones previas a la presentación de “Ane” en Donostia, David Pérez ha señalado de que el argumento en cuestión responde a la intención de hablar sobre la incomunicación. A simple vista se trataría de la incomunicación entre una madre y su hija adolescente, pero también se refiere a una ruptura social debido al enfrentamiento entre partidarios y opositores a la infraestructura ferroviaria por sus consecuencias medioambientales. Una división que también es física porque, de seguir adelante con los planes presupuestados, el barrio donde transcurre esta historia quedaría partido en dos por las vías del tren. Algo de todo punto contradictorio, puesto que un proyecto que supuestamente pretende comunicar y acortar distancias entre lugares y gentes distantes entre sí, al final lo que provoca es justo lo contario.