MIKEL INSAUSTI
CINE

«El verano que vivimos»

Cada vez es más difícil distinguir entre los productos televisivos y los cinematográficos, también porque uno y otro público parecen el mismo. Productoras como Atresmedia buscan esa simbiosis, y así sus proyectos valen igual para ambos medios, a la vez que festivales como el SSIFF acogen las presentaciones de las grandes cadenas sin hacer diferencias entre la pantalla pequeña o la grande como destino final.

En Donostia se ha presentado “El verano que vivimos” (2020), un ambicioso proyecto que ha costado seis millones de euros y ha contado con ocho semanas de rodaje, y que será distribuido en las salas de proyección a partir del seis de noviembre por Warner. En Antena 3 quieren que sea otro taquillazo como lo fue “Palmeras en la nieve” (2015), la película de Fernando González Molina basada en la novela de Luz Gabás, y de ahí que hayan reunido a un reparto de rostros reconocibles dentro de un drama de época ambientado en parajes soleados. La sofisticada maquinaria ha sido puesta esta vez en manos del gallego Carlos Sedes, que ha contado con un nutrido equipo de guionistas formado por colaboradores suyos en series televisivas como Ramón Campos, Javier Chacártegui, Salvador S. Molina, Gema R. Neira y David Orea.

Carlos Sedes es de A Coruña y se hizo realizador en la televisión gallega con su presencia inicial en los premios Maestre Mateo, que son los que concede la AGA, la Academia del Audiovisual gallego. Se dio a conocer con las series “Terra de Miranda” (2001), “As leis de Celavella” (2003) o “A vida por diante” (2006). Luego fue ampliando horizontes con “Desaparecida” (2007), “Padre Casares” (2008), “Guante blanco” (2008), “No estás sola, Sara” (2009) o “La viuda valenciana” (2010). Su paso a dirigir grandes producciones sobrevino con “Gran reserva” (2010), “Hispania, la leyenda” (2010), “Gran hotel” (2011), “Imperium” (2012), “Velvet” (2013), “La embajada” (2016), “Las chicas del cable” (2017), “Fariña” (2018), “Instinto” (2019) y “Alta mar” (2019). Para el cine, en cambio, solamente ha dirigido el largometraje “El club de los incomprendidos” (2014), por lo que “El verano que vivimos” es su segundo largo.

Sara Bilbatua, recién premiada en Donostia con el Zinemira, ha sido la directora del casting, poniendo en práctica los métodos de selección de repartos que ella misma ha ido imponiendo durante estos años y que tantos éxitos le han brindado. Entre las y los secundarios encontramos gente con experiencia como Manuel Morón, Adelfa Calvo o Joaquín Núñez. Y ya en los papeles principales intérpretes pujantes cuya cotización va en aumento, siendo María Pedraza y Carlos Cuevas quienes sirven de introductores a la historia desde un tiempo más cercano al presente, mientras que el romance retrospectivo lo protagonizan en forma de triángulo amoroso Blanca Suárez, Javier Rey y Pablo Molinero.

En esta ocasión no hay ninguna adaptación novelística de por medio y la idea original partió de una noticia en el periódico sobre la publicación anónima de una serie de esquelas todos los años puntualmente, las cuales encerraban el secreto de una historia de amor ocurrida tiempo atrás, y a la postre asociada a una pasión inmortal.

El argumento parte de la anécdota, trasladándola a la costa gallega, donde una joven periodista es relegada a la sección de esquelas en la prensa local. Superará su frustración al intuir que detrás de esas esquelas dedicadas a una tal Lucía cada 15 de septiembre se esconde el gran reportaje que sueña con poder escribir.

Sus pesquisas le llevan desde finales de los años 90 hasta los 50, en plena eclosión de los vinos de Jerez. Entre viñedos, un joven aspirante a bodeguero construye lo que va ser su imperio económico, pero el amigo y arquitecto de confianza le traiciona cuando se enamora de su prometida, la bella Lucía de esta historia de amor que perdurará más allá de su muerte.

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