Berta Garcia
CONSUMO

Comisiones bancarias

La banca en general va cumpliendo los objetivos de mejorar sus beneficios anuales, quitando por aquí sucursales y personal y aumentando por allá comisiones y requisitos por tener abierta una cuenta, una libreta o pedir un crédito. Como en el juego, “la banca siempre gana”, para eso es un negocio y no un servicio público universal. Los tiempos de dura pandemia la frenaron, pero poquito, porque seguimos igual de mal y vuelve a la carga a sabiendas de que nadie la frena, ya que hace tiempo que la clientela ni tiene razón ni tiene quién se la dé. Basta con echar una ojeada a las entidades y luego al Banco de España y Ministerio de Consumo para percatarse de ello.

Vamos con los ejemplos: el de La Caixa (extensible o parecido al resto de la banca) donde el cliente no paga comisiones si cumple estos requisitos:  

–Tener domiciliada una nómina superior a 600 euros al mes o una pensión de más de 300 euros o tener un saldo de 20.000 euros en fondos de inversión, carteras de fondos estructurados, carteras gestionadas, seguros de ahorro y planes de pensiones individuales con una empresa del grupo Caixabank.

–Tener domiciliados tres recibos o hacer tres compras con tarjeta de crédito al trimestre. Sin embargo, el cliente abona 60 euros al año si solo cumple el primer requisito. Es decir, ingresa la nómina o la pensión, etc. Pero ahora viene la estocada, ya que el usuario paga 240 euros al año si no cumple ninguno de los dos requisitos.

¿Qué dicen los adalides de la defensa? «Las comisiones son libres, cada banco puede cobrar lo que estime por sus servicios», aseguran desde el Ministerio de Consumo. «Recientemente hemos visto cómo algunas entidades bancarias imponen comisiones y gastos nuevos a sus cuentas bancarias en perjuicio de las personas consumidoras». ¿Pueden hacer esto los bancos? Pues la realidad es que sí, reconocen desde Kontsumobide, el Instituto vasco de Consumo. Nada nuevo bajo el sol, la realidad es que se penaliza a los que menos tienen.