Teresa Moleres
SORBURUA

Albaricoques aterciopelados

Los albaricoques (Prunus armeniaca) que vemos estos días en las fruterías son selecciones modernas, con floración tardía, para que las inclemencias no los estropeen; más gruesos y coloreados y, sobre todo más prietos, para que puedan viajar sin problemas. Sin embargo, la mayoría preferimos que sean menos atractivos pero más jugosos y perfumados.

Árbol rústico no voluminoso, que se conforma con un suelo sano, bien drenado y no excesivamente ácido, incluso es apropiado para un jardín de montaña. No le molesta ni la sequedad ni el terreno calcáreo pero hay que proteger sus flores de las heladas tardías con una empalizada o con la cercanía protectora de un muro. La lluvia también puede desprender sus flores antes de que comiencen su periodo de fructificación.

Es conveniente aligerar la producción cuando se presenta abundante en frutos para evitar la alternancia y, además, para que el peso no rompa las ramas. Bastará con sacudir el árbol para eliminar los frutos sobrantes o cortarlos en mayo con tijeras. Durante su formación, este árbol admite una poda ligera para que la copa se conserve abierta y aireada, eso sí, hay que cortar las ramillas débiles y en verano recortar las ramas secas. Su principal enemigo son las enfermedades criptogámicas. Como precaución, después de la caída de las hojas es necesario un tratamiento con caldo bordelés.

Existe una gran diversidad de albaricoques, los híbridos como Soledane y Springblush proporcionan frutos hermosos de carne fina y perfumada. El Royal, de carne poco ácida y bastante azucarada, es apropiado para hacer confituras. El Bergarouge hay que recolectarlo totalmente maduro para que no resulte harinoso.

Hay cierta controversia de si las almendras del albaricoque, dulces o amargas, son tóxicas, aunque sean parecidas a las auténticas. Cuando el árbol está en flor podemos saber que, si son rosas, la almendra será amarga y, si las flores son blancas, la almendra será dulce. El aceite que se extrae de estas almendras se utiliza en farmacia contra la tos. También con ellas se fabrican los apreciados licores amarettos italianos.