El nuevo documento de identidad europeo será una realidad (aunque virtual) a partir del próximo 3 de agosto. Este carné de identidad, de carácter obligatorio, es común para toda la ciudadanía de la Unión Europea en cumplimiento con el Reglamento UE 2918/1157 del Parlamento Europeo y del Consejo de 20 junio de 2019 sobre la seguridad de los documentos de identidad de los ciudadanos. 

Su objetivo es garantizar la libre circulación en el llamado “espacio Schengen” y reforzar la seguridad de los documentos de identidad en la Unión Europea. Para ello se ha tratado de homogeneizar su aspecto y funciones, de forma que sea común en todos los países miembros de la Unión Europea.

Documento digital. Al tratarse de un documento digital, es más funcional porque se puede descargar en el móvil (mediante aplicación especial gratuita) y con una mayor seguridad, puesto que lleva nuevas medidas de seguridad, lo cual hace que sea más difícil de falsificar. Se mantienen las medidas físicas del anterior, 86,50X53,98, y su validez será de entre 5 y 10 años máximo, con las excepciones que siempre se dan para menores de 10 años y mayores de 70. Eso sí, hay que hacerlo, aunque sin prisas, en la medida que haya que renovar el actual o se necesite expedir uno nuevo, previo pago de doce euros.

El nuevo formato de carné incluye varias novedades, por ejemplo, en el anverso hay un código para identificar el país que aparece escrito en un rectángulo azul rodeado de doce estrellas de color amarillo con la bandera de la Unión Europea. En cuanto al microchip para el almacenamiento de datos, incluye un medio de almacenamiento de alta seguridad que contiene una foto del titular y dos impresiones dactilares en formatos digitales.

Es curioso que, a fecha de hoy, apenas se haya hecho campaña institucional, lo cual sorprende al tratarse de un paso importante a nivel europeo, salvo que en una semana cambien las tornas y dejen de ser noticia orquestadas campañas mediático-políticas.