Iker Fidalgo
Crítico de arte
PANORAMIKA

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En el año 1925, el antropólogo Marcel Mauss publicó “Ensayo sobre el Don”. Un libro de gran relevancia en el pasado siglo XX y que investigaba modelos económicos más allá del intercambio de bienes (trueque) o la opción del mercado de compra y venta. Su obra realiza un estudio en torno a diferentes ejemplos en los que culturas y grupos de todo el mundo basan su relación en la dación de recursos y aportes comunitarios sin la espera de una recompensa directa o inmediata. Esto ayuda a tejer redes de relaciones cimentadas en la confianza y en la interacción entre iguales. La economía del don habla más de quien da que de quien recibe y es una forma de funcionamiento social que hace tambalearse los cimientos básicos del capitalismo y el consumo. De hecho, muchos de sus principios fueron asumidos en los primeros compases de internet y de todo lo relacionado con la cultura del software libre. Podríamos lanzar un paralelismo entre la creación cultural y los principios de Marcel Mauss. Existe un componente de generosidad en la producción artística que propone de alguna manera encontrar lugares desde los que compartir visiones e interpretaciones del mundo. Esto que nada tiene que ver con el trabajo gratuito, pues desde estas líneas siempre reivindicamos la desprecarización de las prácticas culturales, engarza con aquellas opciones que desafían una sociedad basada en modelos de desigualdad.

Desde estas premisas encaramos la edición de este 2021 del festival Getxophoto, que ha elegido “Compartir” como el concepto que vertebra una programación que comenzó el pasado día 2 de septiembre y que se alarga hasta el día 26. El segundo año desde que Jon Uriarte asumiera el comisariado de este festival organizado por Begihandi Kultur Elkartea que, con esta, alcanza su edición número quince. Este evento siempre se ha caracterizado por la utilización de espacios expositivos no convencionales y la irrupción en las lógicas de lo cotidiano alcanzando desde esta difusión a audiencias de contextos no necesariamente artísticos. Su presencia en los espacios públicos es ya una seña de identidad, alterando los lenguajes visuales habituales de la organización urbana y añadiendo nuevos matices a las obras y a las artistas invitadas. Por otro lado, la era digital en la que estamos inmersos como sociedad, estalló en el ámbito cultural con la pasada crisis sanitaria. Las posibilidades de programación desde los espacios virtuales se multiplicaron y abrieron un abanico que hemos interiorizado y asumido como complemento a aquellas propuestas presenciales. Getxophoto se hace eco de esta realidad y presenta una programación híbrida en la que lo digital no es un soporte meramente comunicativo, sino que reivindica un lugar propio para la práctica expositiva.

A las habituales exposiciones se le une una gran oferta de actividades que abarcan desde visitas, recorridos nocturnos y talleres, aunque también encontramos una playlist, filtros de Instagram, grupos experimentales de Whatsapp y la posibilidad de acoger en nuestro domicilio una exposición efímera. Entre el elenco de artistas aparecen nombres tan interesantes como Penélope Umbrico (EEUU, 1957), que con su proyecto “Tvs from Craigslist” nos invita a reflexionar sobre el espacio íntimo y nuestra relación con los dispositivos, o Disnovation.org, que abrazan el lenguaje del meme para hablar sobre las narrativas de lo político en los tiempos de la inmediatez. River Claure (Bolivia, 1957) reivindica una identidad boliviana fuera de los discursos paternalistas de occidente a través un imaginario fantástico y, por su parte, “Bridges are Beautiful” es el título con el que Marina Caneve (Italia, 1988) bautiza a una investigación fotográfica en torno a las interacciones del ser humano y la naturaleza. Estos son solo algunos de los nombres que completan esta edición tan prometedora del festival getxoztarra.