Berta Garcia
CONSUMO

Contenedores de reciclaje

Reciclar es un concepto ya asumido por gran parte de la sociedad y su práctica también. El problema es hacerlo bien. En la actualidad disponemos en la vía pública de distintos contenedores para facilitar una primera clasificación de los residuos que producimos. Los más habituales son: el verde para vidrio; el azul para papel y cartón; el amarillo para envases; el marrón para residuos orgánicos; y el gris para el resto de desechos no clasificados. Luego existen otros más específicos, y colocados en puntos concretos, aunque no sea en la calle, como son los de pilas, restos de fármacos, enseres, electrodomésticos, etc.

Una clasificación adecuada por parte de las personas usuarias es fundamental para que nuestros residuos tengan una nueva oportunidad para poder ser reciclados y esto supone hacernos con la información necesaria para hacerlo bien y ayudar a otra parte de la cadena para que el proceso sea efectivo. Y es que no todo vale, porque hay residuos que no se pueden reciclar y sí o sí deben depositarse en el contenedor gris que es idóneo.

Ejemplos más usuales. Es fundamental que los envases, latas o tetrabriks que se depositan en el amarillo para su reciclaje estén vacíos y no con algo de líquido. Cuando queremos deshacernos de los mismos, el primer paso es vaciarlos totalmente y, si el recipiente no se puede vaciar, su destino es el contenedor gris de restos. Otros como los juguetes, más de lo mismo, pues por lo general se componen de otros materiales que no son de plástico. Su destino, el contenedor gris, igual que los bolígrafos, mecheros, estuches o los tubos de pasta de dientes que, aunque sean de plástico, no se pueden reciclar al estar hechos de distintos tipos de plástico laminado. Esos al contenedor gris.

Con los cartones y papeles también se da la confusión, pues no es lo mismo un embalaje limpio que unas cajas de pizza, pasteles, servilletas manchadas de grasa, o cuadernos con espirales metálicas. También los chicles, que al estar hechos de una base de plástico neutro van directos al gris. Ya que no renunciamos al despilfarro... hay que reducir.