Para superar los días grises, la naturaleza nos ofrece una explosión de follaje de colores y de arbustos con frutos o bayas decorativas. Son joyas sorprendentes para alegrar estas Navidades. Algunos arbustos son muy conocidos entre nosotros como los acebos y ruscos; también boneteros y sambucos. Otros, algo más raros, sólo esperan que los plantemos para disfrutar de sus frutos.

Entre los durillos contamos con el Viburnun davidii, que es la elección apropiada para plantar en un jardín pequeño. Se trata de un arbusto redondeado, de follaje verde oscuro. A sus flores, en ramos blancos, les siguen sus preciosas bayas de un color azul turquesa que únicamente se producen en los ejemplares masculinos. Se utilizan en macizos, taludes o rocallas, para que destaquen y para marcar una perspectiva. El V. opulus, además de su floración blanca, en otoño exhibe racimos de frutos color rubí vivo que lucen hasta bien entrado el invierno si los pájaros lo permiten.

También están las piracantas, skimmias y nandinas. La Pyracantha atalantioides resulta fácil de cultivar y admite la poda en topiario. Sus flores aparecen en nubes blancas seguidas de racimos de frutos, abundantes y de colores rojos, naranjas o amarillos, según la variedad. Debido a sus espinas se planta lejos de los caminos, mejor como setos defensivos. La skimmia, Skimmia japonica, tiene follaje persistente. Sus flores salen en panículos perfumados y las hembras llevan frutos de un rojo brillante en otoño. Necesita un suelo ácido o neutro fresco y bien drenado. Se cultiva con otras plantas de tierra de brezos, como rododendros y azaleas; resulta muy bien su cultivo en tiesto. La nandina, N.domestica, es un arbusto pequeño muy compacto que no produce flores ni frutos, pero por sus hojas coloreadas de rosa anaranjadas merece plantarla para alegrar los tiestos de la terraza.

No podemos olvidar dos frutales de frutos miniatura: el granado enano, Punica granatun, un arbusto denso de floración rojo vivo que forma granadas diminutas y necesita un clima suave y se puede cultivar en tiesto como arbolito. El otro es el manzano ornamental, Malus hybride, de flores y frutos muy abundantes que, aunque pequeños, se pueden preparar en gelatina; tiene otras ventajas y es que es un buen polinizador.