Gotzon Uribe
Crítico musical
MÚSICA

Snail Mail

El nuevo álbum de Snail Mail, “Valentine”, es una hermosa progresión que sigue a “Lush” su influyente debut de 2018. En aquel álbum capturaba la sensación de tener el corazón hecho pedazos, estampado con el melodrama de creer que el dolor durará para siempre. En la inmaculada “Pristine”, por ejemplo, Lindsey Jordan –su nombre real– juraba no volver a amar a nadie más. Junto con unas guitarras precisas, sobrias y de sonido limpio, la astucia emocional de “Lush” también lo convirtió en un disco con proyección. En lugar de intentar rehacer el sonido de su debut, su nuevo trabajo adopta una rica paleta de cálidos sintetizadores, zumbidos orquestales y aires folk.

La pieza central es “Forever (Sailing)” y utiliza un sampleado con resultados mágicos al tomar prestada la melodía del estribillo, la percusión sibilante del tema “You and I” de la cantante sueca de música disco Madleen Kane. Mientras que “You and I” de Kane estaba llena de esperanza de que el amor pudiera prevalecer sobre los mares más tormentosos, la reelaboración de Jordan surca aguas más inciertas. Aunque ha sido lo más destacado, aquí muestra una clara progresión en la fuerza y expresión de su voz. Cambia hábilmente de la silenciosa entrega folk de “c.et.al” a la súplica desesperada que irrumpe en el suave comienzo de “Valentine”: «¿Por qué quieres borrarme?», grita. O la personalísima y cargada de sintetizadores “Ben Franklin”, que hace referencia a la estancia de la cantante en un centro de rehabilitación.

Mientras que el anterior trabajo de Snail Mail encarnaba la perspectiva del malestar adolescente y de andar por los suburbios con sueños de escapar de ellos, “Valentine” toca sutilmente las formas en que el día a día de Jordan ha cambiado desde que su álbum de debut cambió su vida. En “c.et.al”, acompañada de una guitarra libre, capta la realidad distante de la vida en la carretera: «Incluso con un trabajo que me mantiene en movimiento, la mayoría de los días solo quiero acostarme», canta.

El cierre del álbum se presenta con “Mia”, donde combina su característica intensidad con un tipo de ternura más suave. «No es extraño, la forma en que se acaba... Mia, no llores / Te quiero para siempre. Pero ahora tengo que crecer», canta Jordan.

Como compositora, sigue llegando directamente a las entrañas de la vida, desordenadas, conflictivas y desesperadamente encaprichadas. Es una habilidad poco común conseguirlo de forma tan impecable en una o dos canciones, por no hablar de dos discos concisos. «Quería tomarme todo el tiempo posible con este disco para asegurarme de que estaba contenta con cada detalle antes de mostrarlo al mundo. Referirme al proceso como el nivel más profundo de catarsis y terapia que he experimentado jamás sería un enorme eufemismo», señala en una nota de prensa.

CD AIPAGARRIA

 

Jason Isbell And The 400 Unit

“Georgia Blue” • Thirty Tigers/S, 2021 • Rock

“Georgia Blue” es un trabajo de amor. El día de las elecciones estadounidenses de 2020, Jason Isbell observó que había muchas posibilidades de que el estado de Georgia se volviera azul –demócrata– y se le ocurrió una idea: grabar un álbum de canciones relacionadas con Georgia como agradecimiento y donar el dinero a una organización sin ánimo de lucro. La lista de canciones que compone el disco no pretende ser exhaustiva. Sus raíces se encuentran en el blues y el R&B, así que reclutaron a algunos de los artistas más brillantes para que les ayudaran a versionear canciones de artistas como Precious Bryant, James Brown y Gladys Knight. Aquí encontramos colaboraciones de Amanda Shires, Brittney Spencer, Brandi Carlile, Julien Baker o John Paul White, entre otros.