Berta Garcia
CONSUMO

Nuevos precios para 2022

La subida de precios al comienzo del año es tan tradicional como las campanadas de Nochevieja. Hay cosas que lejos de cambiar se institucionalizan para siempre. Pobres ilusos si pensábamos que una inflación histórica del 6,7% iría a frenar el encarecimiento de precios que veníamos soportando por culpa –dicen– del precio de la energía. Así de voraz es la economía moderna y postmoderna, pero en aras a lo tradicional seguiremos reacios a probar algo nuevo.

Toca lidiar con la cuesta de enero, un bolsillo “tocado” por los extras navideños, y un poder adquisitivo a la baja que no se recuperará ni con las subidas salariales ni de las pensiones. Son como las líneas paralelas, que por mucho que se prolonguen nunca se encuentran. Una parte de la economía argumenta que las subidas de los precios son forzadas y forzosas; vamos, que socializan las pérdidas. Y a la otra, el resto como consumidores, nos toca ejercer de solidarios.

Así que pagaremos el recibo del gas un 5,48 % más (al menos hasta el 18 de enero que se regulará de nuevo). De la factura de la luz ni se sabe, porque en la parte de Hacienda, que es la impositiva, seguimos con un impuesto encubierto muy jugoso para el Estado que es el de las emisiones de CO2. Esto más lo que se llevan las eléctricas de forma “legítima”, como corresponde a una economía de libre mercado. Un bochorno con solo mencionarlo.

Más subidas. Pobrecitos los que viven de alquiler, porque en eso sí que se aplicará la referencia del IPC, y ya vemos que el dato escalofría. Y en la compra de vivienda nueva habrá que pensárselo bien por el encarecimiento de materiales, aunque la de segunda mano ya pegó su subida en 2021 con un 2,8%. No es momento ni para la compra de vehículos, porque además de servirlos tarde –por problemas de stock– han venido acompañados de una subida desde el 1 de enero por la entrada en vigor del nuevo impuesto de matriculación del Gobierno español.

Seguiría con subidas en el tabaco, los sellos de Correos, los peajes de autopistas, etc. Vaya, lo tradicional y típico de cada nuevo año.