Iñigo Garcia Odiaga
Arquitecto
ARQUITECTURA

Mundo virtual

Desde el año 2007, el estudio de arquitectura dirigido por Rem Koolhaas ha desarrollado colaboraciones constantes con la marca de moda Prada. Más allá de las tiendas o de los edificios como la sede de su fundación en Milán, ha desarrollado una serie de proyectos que se podrían calificar de menores, pero de una gran intensidad conceptual. Una serie de escenografías, dos por año, pensadas para realizar las presentaciones de las colecciones de la marca, tanto para las muestras de otoño e invierno como para las temporadas de primavera y verano.

Esta reflexión continua ha construido un catálogo de soluciones que podrían considerarse evolutivas, ya que cada intervención ha supuesto un campo de experimentación y, por lo tanto, de acumulación de conocimiento para afrontar el siguiente montaje.

Por otro lado estas propuestas, casi de forma invisible, revelan también por su repetición una especie de línea evolutiva, de cambios que nuestra sociedad ha ido incorporando en sus medios de comunicación, divulgación o marketing.

En esta época de pandemias y distanciamientos sociales estos proyectos tuvieron que afrontar nuevos retos, nuevas formas de expresión, en el fondo el diseño de nuevos espacios para contar cómo será la moda de la próxima temporada. Los 600 espectadores que estos montajes solían alojar desaparecieron de forma abrupta, borrando de un plumazo uno de los máximos retos de estas intervenciones, la de ordenar la relación entre espectadores y modelos.

Los espectadores son ahora un elemento no presente, que se acerca al desfile a través de la pantalla, por lo que la arquitectura debe transformarse en un escenario virtual, más que en único físico. En un mundo tan táctil y sensual como es el de los tejidos y la moda, la realidad virtual también se ha abierto camino debido a la pandemia, lo que ha obligado a esta experimentación.

Posibles sentimientos. Para marcar la unión de Miuccia Prada y Raf Simons como co-directores creativos de la casa italiana de moda, y para anunciar el debut de la colección de ropa masculina de Otoño-Invierno 2021 de Prada, el arquitecto holandés Rem Koolhaas y su equipo de investigación AMO idearon un escenario para la muestra. Un montaje bautizado como “Posibles sentimientos”, un grupo de escenarios abstractos, independientes, que forman un conjunto de habitaciones geométricas revestidas de materiales cambiantes y sugerentes.

El tiempo cobra una mayor relevancia en los eventos virtuales que en aquellos que son presenciales. Tal vez la facilidad para abandonarlos sea una clave, por lo que el paso del tiempo fue una de las ideas principales del proyecto y, en ese sentido, el diseño evolucionó hacia una secuencia abstracta de espacios que reflejan diferentes momentos íntimos del día y sus cualidades distintivas.

Koolhaas y AMO diseñaron cuatro habitaciones de diferentes formas conectadas por puertas. Salas circulares y poligonales organizadas para crear la ilusión de una ruta sin fin. Espacios revestidos con una variedad de materiales coloridos e inesperados, cuyo diseño explora la necesidad de sentir la textura y el placer de la tactilidad, estimulando los sentidos, aportando una gran variedad de texturas y acabados en paredes y suelos. Estas texturas agregan complejidad al espacio, sin dejar de ser un fondo abstracto, donde el único gran protagonista es el modelo y en concreto la vestimenta que luce. Por otro lado este conjunto de salas, revestidas de materiales singulares, o sacadas de su contexto habitual, construyen una serie de espacios oníricos que podríamos calificar de no-espacios.

Estos no-espacios del conjunto quedan caracterizados por colores brillantes y paneles de mármol, resinas, yesos o pieles sintéticas que se encuentran en todos los paramentos, generando materialidades surrealistas. Atractivas y seductoras y que pueden pretender ser tanto interiores como exteriores, duras y suaves, cálidas y frías: simultáneamente ambas cosas y ninguna; ya que en tanto ensoñaciones permiten absoluta libertad de interpretación y expresión. Para acompañar toda esta secuencia espacial la muestra también contó con una banda sonora electrónica original de Plastikman.

Por último, y como un guiño a su virtualidad, el montaje será totalmente desmontado. Los materiales utilizados en el set se reciclarán y reutilizarán, se usarán en exhibiciones de productos y montajes futuros de instalaciones de Prada a nivel mundial. También se donarán a Meta, un proyecto de economía circular con sede en Milán que ofrece soluciones sostenibles para la eliminación de residuos, poniendo a disposición de profesionales y estudiantes del sector cultural la materia prima y los residuos de decoración de los desfiles de moda. Aunque en este caso sean materiales que provienen de un mundo virtual.