Cuatro años después de que se lanzara la segunda generación de este modelo fabricado en la planta del grupo Stellantis en Zaragoza, Peugeot le ha sometido al habitual restyling de medio ciclo de vida, con retoques que se centran fundamentalmente en el frontal.

Así, la parrilla adopta la estética de los últimos lanzamientos de la marca, con el nuevo logo del león luciendo en el centro de la misma, al tiempo que las luces diurnas en forma de colmillo desaparecen para dejar sitio a tres barras lumínicas verticales a cada lado. La vista lateral no cambia en absoluto, y tampoco la zaga, salvo el dibujo de los grupos ópticos, que ahora incorporan tres rayas horizontales en lugar de verticales.

En el interior tampoco se observa ningún cambio, salvo nuevas opciones de tapicería. Así, mantiene el característico i-Cockpit de los últimos Peugeot, con un volante de pequeñas dimensiones, sobre el que se visualiza el cuadro de instrumentos digital. En la parte central del salpicadero va la pantalla de 10 pulgadas del sistema multimedia y bajo la misma se mantienen los botones tipo avión (i-Toggles Switches) para la climatización.

Donde sí ha habido avances es en el equipamiento tecnológico. Por ejemplo, el cargador inalámbrico para el móvil es ahora más potente, la calidad de las dos cámaras exteriores ha mejorado y se ha añadido la aplicación MyPeugeot para las versiones eléctricas, que permite, por ejemplo, programar la climatización del habitáculo.

En el apartado de ayudas a la conducción, destacan el Pack Safety, que incluye la frenada automática de emergencia diurna y nocturna con reconocimiento de peatones y ciclistas, así como el control de crucero adaptativo con función Stop and Go que regula la distancia entre vehículos, la alerta activa de cambio involuntario de carril con corrección para evitar la salida del carril, la alerta de detección de fatiga y el control pasivo de ángulos muertos.

Y en cuanto a motores, también hay novedades, ya que a las opciones gasolina y eléctricas se añaden ahora dos versiones de hibridación ligera, con lo que pueden mostrar la etiqueta ECO. Empezando por las versiones de combustión, encontramos dos variantes de 75 y 101 CV del motor 1.2 tricilíndrico de gasolina, la primera atmosférica y la segunda turboalimentada. Llevan cambio manual, de cinco y seis marchas, respectivamente.

En el apartado de los híbridos, Peugeot ofrece dos versiones de 48V, en este caso de 101 y 136 caballos, que se benefician de la ayuda de un motor eléctrico para rebajar en un 15% el consumo y las emisiones, aunque no pueden circular en modo solo eléctrico. Ambas tienen cambio automático de doble embrague y seis relaciones, así como un mando para poder elegir los modos de conducción: Eco (potencia limitada a 109 CV), Normal (136 CV) y Sport (156 CV).

Y en cuanto a los eléctricos, también estarán disponibles dos versiones, de 136 y 156 caballos, con baterías de 46 y 51 kWh respectivamente, que les permiten recorrer 363 y 400 kilómetros. Los tiempos de recarga que declara el fabricante son de 25 minutos para llegar al 80% de capacidad en un cargador público de 100 kW o cuatro horas y 40 minutos en un Easy Wallbox monofásico de 7,4 kW.

PRECIOS

Se comercializa con tres niveles de equipamiento (Active, Allure y GT) y los precios parten desde los 18.350 euros en el caso de las versiones de gasolina, desde los 22.200 en los híbridos y desde los 33.750 euros en el caso de las variantes eléctricas. Aunque en este precio no se incluyen los descuentos, es una cifra bastante elevada, casi el doble que la versión gasolina de acceso a la gama.

También resulta caro si lo comparamos con otros modelos eléctricos similares, como el Citroën e-C3, cuyo precio de partida es 10.000 euros inferior (23.800 euros), ya que la marca del doble chevrón ha hecho un planteamiento un tanto diferente de este utilitario, con una potencia más modesta (113 CV) y algo menos de autonomía (320 kilómetros).

El Ford Tourneo estrena versión híbrida PHEV

La furgoneta de pasajeros Tourneo Connect estrena un interesante sistema de propulsión híbrido enchufable (PHEV) que le permite circular en modo eléctrico hasta 110 kilómetros. Además, la batería no resta espacio para los pasajeros ni para la carga. La combinación del motor de gasolina EcoBoost 1.5 con el eléctrico ofrece una potencia total de 150 CV. Está disponible con cambio automático de seis relaciones y en versiones de cinco plazas (4,5 metros) o siete (4,85 m.). En esta última se pueden extraer los asientos de la segunda y la tercera fila, quedando una superficie totalmente plana.

Casi el 66% del parque de vehículos vasco tiene más de diez años

El 65,9% del parque de turismos y todoterrenos de Hego Euskal Herria tenía en 2023 más de diez años de antigüedad y la edad media de los vehículos era de 14,6 años, según datos facilitados recientemente por la patronal de concesionarios, Faconauto, a través de un informe elaborado por la consultora Ideauto. Esta tendencia va en aumento, ya que de 2022 a 2023 la media de edad ha pasado de 14,1 a 14,5 años en la CAV y de 14,7 a 15,2 en Nafarroa, una edad «incompatible con reducir las emisiones medias de CO2». Los coches vascos son algo más viejos que los del Estado, donde la edad media es de 14,2 años y los vehículos que superan los diez años representan el 62,9%. La patronal propone acelerar la implantación del vehículo eléctrico, sin descartar la participación de otras tecnologías, para alcanzar el objetivo europeo de cero emisiones netas.