Recuerdan cómo comenzaba cada cómic o película de “Asterix y Obelix”? Una lupa mostraba la Galia como ese pequeño territorio de gentes indomables que los romanos ansiaban conquistar. Y a algunas, a muchas, nos daban un poco de envidia, no solo porque contaban con la fabulosa poción mágica de Panoramix que les hacía invencibles o por sus fiestones al final de cada historia, sino porque eran rebeldes.

No llevan largos bigotes -bueno, algunos seguramente sí-, ni se pasean subidos en un escudo, pero actualmente Europa cuenta con algunos de estos microestados que en un mapamundi habría que mirarlos con lupa. Si alguna vez fueron conquistados, se las han arreglado para volver a ser independientes manteniendo una buena relación con los grandes estados que les rodean.

ANDORRA (PRINCIPADO DE ANDORRA)

Cuenta con una superficie de 468 km2, y se sitúa entre los estados francés y español, justo al lado de Catalunya, y es de ellos de quienes han heredado su lengua oficial, el catalán. Tiene casi 77.000 habitantes y su capital es Andorra la Vella; sí, con ‘V’, porque, aunque toda Andorra es muy bella con sus montañas, se refiere a «vieja».

Como indica su nombre oficial, Andorra es un principado; en realidad tiene dos copríncipes, y ese título lo ostentan el obispo de Urgell (Catalunya) y el presidente francés -anteriormente el rey o emperador-, por lo que ninguno de los príncipes es andorrano. La particularidad es que desde 1993 se estableció una nueva Constitución según la cual los príncipes tienen un poder soberano, y su rol es constitucional. La razón de que tengan jefes de Estado extranjeros es, precisamente, su ubicación. Esta cesión es lo que le permite ser un Estado independiente desde 1278.

MALTA (REPÚBLICA DE MALTA)

Este archipiélago quedaría fuera de la definición de microestado técnicamente dado que es el único verdaderamente soberano. El resto delegan voluntariamente parte de su soberanía en estados mayores, en ámbitos como la defensa, la diplomacia, la justicia, los servicios postales o la enseñanza. “Juego de Tronos” se fijó en sus paisajes y edificios para sus localizaciones, tanto en La Valeta, su capital, como en el pueblo silencioso de Mdina, entre otros. Tiene más de 423.000 habitantes en 316 km2, quienes hablan maltés e inglés. Sus islas han estado pobladas desde hace más de 7.200 años y obtuvo la independencia de Gran Bretaña en 1964.

LIECHTENSTEIN (PRINCIPADO DE LIECHTENSTEIN)

Ubicado entre Suiza y Austria, en el centro de Europa, este país de nombre complejo y lengua alemana es uno de los dos únicos países en el mundo aislados doblemente del mar (el otro es Uzbekistán). Con una superficie de 160 km2, habitan allí más de 37.000 personas. Su capital es Vaduz, aunque no su ciudad más poblada.

Este paraíso fiscal es el único resto de la política del Sacro Imperio Romano Germánico. Alemania no lo hizo desaparecer en la reorganización tras la Revolución Francesa, y tampoco se unió al Imperio alemán después, por lo que pudo seguir siendo independiente.

SAN MARINO (SERENÍSIMA REPÚBLICA DE SAN MARINO)

Se sitúa, al igual que el Vaticano, en medio de Italia, aunque más al norte en este caso. Por ello, el idioma es el italiano. Tiene una superficie de 61,19 km2 y cerca de 32.500 habitantes. Se trata de la república democrática más antigua del mundo, tras lograr su independencia del Imperio Romano en el año 301. También es la última superviviente de las comunas italianas autogobernadas de la Edad Media que sobrevivió a la consolidación de Italia.

San Marino tiene dos jefes de Estado, pero en este caso, a diferencia de Andorra, sí son sanmarinenses. Los capitanes regentes son elegidos por el Gran Consejo General y solo cumplen seis meses en el cargo. La razón de que sea así es que, al ser un país tan pequeño -tiene una población similar a la de Leioa-, todos se conocen y, de ese modo, evitan que los capitanes acumulen demasiado poder. Esto es así desde 1243, y ha conseguido seguir con ese sistema porque ha evitado que una familia sea más poderosa que otras. Allí, todos los vecinos son iguales.

MÓNACO (PRINCIPADO DE MÓNACO)

Un clásico de las revistas de los 90, porque su monarquía daba mucho de qué hablar, y un destino deseado por los amantes de la Fórmula 1 por el circuito que se monta en sus calles. Tan solo cuenta con 2,02 km2 y tiene 36.000 habitantes. Su idioma oficial es el francés, el idioma de su única frontera, pero su lengua nacional es el monegasco. Este Estado de la Costa Azul logró la independencia de la Casa Grimaldi en 1860.

CIUDAD DEL VATICANO (ESTADO DE LA CIUDAD DEL VATICANO)

Aunque el Vaticano sea una visita casi imprescindible para los amantes del arte que viajan a Roma -este Estado está dentro de la misma ciudad y la Capilla Sixtina es considerada como la mayor obra de arte en el mundo-, «el hogar del Papa» es un Estado independiente a Italia. El idioma oficial es el italiano, y también el latín, lengua usada en el catolicismo. Su superficie es de tan solo 0,44 km2 y tiene 932 habitantes censados, todos ellos funcionarios de la Iglesia Católica.

El Vaticano es el último vestigio de los antiguos Estados Pontificios, tierras italianas gobernadas por el Papa. Esos estados se unificaron a Italia en el siglo XIX, pero el Vaticano escapó de su control hasta que en 1929 llegaron a un acuerdo según el cual se reconocen mutuamente.