Xandra  Romero
Nutricionista
SALUD

Ejercicio compulsivo, un problema para la salud

¿Cuándo se convierte el ejercicio físico en un problema? La dietista-nutricionista de 7K advierte de que algo tan beneficioso para la salud física y mental de las personas como lo es la práctica de actividad física puede crear problemas cuando la obsesión pasa a formar parte del entrenamiento.

(Getty)

Aunque todos sabemos que practicar ejercicio físico es beneficioso para cuerpo y mente, lo cierto es que, cada vez más, el ejercicio físico puede tornarse peligroso para una mayoría de personas que, desde una perspectiva salutista, se obsesionan con la práctica de actividad física.

Hablamos de ejercicio físico compulsivo (en debate aún, si se puede llamar también adicción al ejercicio físico) cuando una persona siente una necesidad obsesiva e incontrolable de hacer ejercicio físico o se siente impulsada a incrementar la intensidad de la actividad física lo que, a menudo, excede los límites saludables.

Este hecho va más allá de la disciplina saludable y está directamente relacionado con la afectación de la salud mental, llegando incluso a contextualizarse como un trastorno mental, a menudo relacionado con los trastornos alimentarios y el trastorno obsesivo- compulsivo. También la ansiedad, la depresión y la baja autoestima son comunes en aquellos que sufren de este trastorno.

En general, podemos decir que el ejercicio compulsivo funciona para evitar los efectos negativos como pueden ser la culpa, la ansiedad y la sensación de fracaso asociados con la falta de ejercicio.

Pero, ¿cómo saber si estamos ante un problema de ejercicio compulsivo o una relación desadaptativa o disfuncional con la actividad física?

Por ejemplo, suele ser muy común en aquellas personas típicamente deportistas, cuando sufren una lesión que les obliga a parar y sienten que van a perder su forma física.

O cuando la persona siente continuamente que tiene que incrementar la duración y/o intensidad del ejercicio físico.

Cuando, a pesar de que el organismo muestra señales de cansancio o dolor, y estas personas son incapaces de parar.

Cuando se produce un deterioro en otras áreas de la vida, como el trabajo, el área académica o las relaciones sociales, debido a la dedicación excesiva al ejercicio.

Cuando la práctica de ejercicio se centra exclusivamente en la modificación o “mantenimiento” del cuerpo en una determinada forma o peso.

Y, por último, cuando se utiliza la actividad física como forma de compensar las comidas que se realizan.

Y es que, a pesar de los beneficios evidentes del ejercicio, cuando se convierte en una obsesión puede tener consecuencias negativas para la salud en general.