Reflexiones sobre hacer dieta, ¿un sedante?
La dietista-nutricionista de 7K intenta entender las razones por las que hoy por hoy muchas personas pretenden alcanzar ese único modelo establecido de belleza recurriendo en muchos casos a la práctica de hacer dieta. Cree que, mientras nos dedicamos a esto, olvidamos lo importante.

Es increíble que, en pleno año 2025, con toda la cantidad de información basada en evidencia científica de la que disponemos, una buena parte de la población siga empeñada en hacer dieta, la que sea, cuanto más restrictiva mejor. Entonces, solo puedo pensar en que algo más debe haber detrás de este fenómeno social.
Por ello, he tratado de nutrirme del trabajo de algunas sociólogas dedicadas a este tema y he encontrado alguna teoría que me ha hecho reflexionar. Algunas expertas aseguran que la dieta es y ha sido en nuestra sociedad el sedante político más potente entre las mujeres. Y es que ya lo decía Naomi Wolf, «una población distraída es una población dócil».
Desde que el mundo es mundo, a las mujeres se nos ha instado a definirnos y a definir nuestra valía en función de nuestro aspecto físico. De este modo, todas y cada una de las mujeres a lo largo y ancho de este mundo hemos estado y seguimos estando ocupadas y obcecadas en modificar nuestro cuerpo, en encajarlo en el molde que, allá donde vivamos y en la época en la que estemos, sea el modelo estético deseable. Mientras esto ocurre, no nos cuestionamos, no reivindicamos, no peleamos, no participamos, ni pensamos en una revolución…
Y es que, la realidad, y esta sí que la veo a diario en mi trabajo, es que, aunque nos lo quieran vender así, la presión estética que se ciñe sobre nosotras y, ahora también sobre los hombres, no nos quiere más guapas ni más sanas; este molde no se diseñó para cuidarnos, sino para instarnos a ser menos, porque menos siempre es mejor: menos peso, menos talla, menos comida, ocupar menos, molestar menos, hacer menos ruido...
Asimismo, lejos de darnos cuenta de todo esto, seguimos, como sociedad, obsesionados con encajar estéticamente e, incluso, estamos convencidos de que es posible (sin enfermar física y mentalmente) lograr modificar nuestro cuerpo o, más bien, todos y cada unos de los distintos cuerpos, para que encajen en este único molde. Y esto evidencia algo más; nos creemos capaces de todo, incluso, de lograr cumplir los deseos imposibles.
Navidades invertidas

«Ser los más salvajes tiene su belleza, y yo ahí me siento muy cómodo, porque es coherente con lo que pienso, digo y hago»

La mercantilización de la menopausia

Bebidas sin apenas alcohol pero con cuerpo

