Balenciaga nunca defrauda

Imagina una búsqueda que dura 15 años. Eso fue lo que le llevó a Cristóbal Balenciaga encontrar la única botella original de “Le Dix” de 1947, su primera fragancia, en manos de un coleccionista americano. Esta botella perdida se ha convertido en el corazón de su nueva colección de perfumes. Lanzada este mismo mes, la colección de diez fragancias es una carta de amor al archivo olfativo de “la maison”. Cada frasco es una réplica casi exacta de esa botella histórica: tapón globular, cinta atada a mano, base de vidrio rectangular. Incluso la pátina agrietada de la etiqueta original se reproduce mediante escaneo 3D de alta precisión. Las fragancias cuentan historias. “Le Dix” reconstruye las notas chipre originales que sobrevivieron en el líquido evaporado de 1947. “No Comment” rinde homenaje al carácter notoriamente privado de Cristóbal Balenciaga con ciprés español. “Incense Perfumum” es como entrar en una pintura de Velázquez, con aceites de incienso rituales y resina de labdanum mediterráneo. Lo más alucinante es “100%”, una muestra de esta rosa multifacética que formó parte de la invitación al último desfile del polémico pero fascinante Demna Gvasalia en marzo. Cada fragancia es un capítulo de la historia de la casa, desde 1947 hasta hoy. Con Pierpaolo Piccioli, Balenciaga abrirá un nuevo capítulo el próximo mes durante la Semana de la Moda de París. Lo que Picciolo y Kering Beauté han planeado, por supuesto, aún está por verse, pero reavivar la relación históricamente simbiótica entre moda y belleza ya es un lugar emocionante para comenzar.
https://www.balenciaga.com/en-us/fragrance/view-all

Hiroi
Imagina una silla que no es solo un objeto, sino un manifiesto de diseño honesto. La Hiroi Chair, creada por el estudio londinense Industrial Facility para Ishinomaki Laboratory, es ese tipo de pieza que te hace repensar lo que significa un mueble. Nacida de una historia de resiliencia, la silla tiene sus raíces en el terremoto de 2011 en Japón. Ishinomaki Laboratory nació con la misión de enseñar a las comunidades a construir muebles usando herramientas básicas y materiales accesibles. Cada tornillo expuesto, cada corte simple de la Hiroi cuenta esa historia de reconstrucción y esperanza. Su diseño es una lección de minimalismo inteligente. Construida con tablas cuadradas, un arco de acero en la parte posterior y fijaciones a la vista, la silla desafía la idea de que la belleza requiere complejidad. Es más ancha que profunda, con proporciones que la anclan sin parecer pesada. Los materiales varían según la región -desde ciprés de Noto en Japón hasta abeto de Douglas en Gran Bretaña-, pero su esencia permanece intacta. Lo más fascinante es su versatilidad silenciosa. Compacta para deslizarse bajo un mostrador, con su respaldo de acero que funciona como asa para moverla, la Hiroi es la invitada perfecta en cualquier espacio. No grita, susurra. https://www.industrialfacility.co.uk/

Candy, el sofá modular que te hace sonreír
Imagina un sofá que no solo decora, sino que transforma tu espacio y tu estado de ánimo. Candy, la colección de Memo diseñada por Carole Baijings, es exactamente eso: un sistema de asientos modular que juega con formas suaves y tonos pastel como si fueran nubes de algodón de azúcar. Lo que nos encanta de Candy no es solo esa paleta de colores pastel tan apetecible, sino su flexibilidad a la hora de combinarlos. Puedes mezclar segmentos curvos, rectos y terminales para crear un montón de combinaciones. Cada módulo viene tapizado, con opciones de respaldo en chapa de madera o laminado, pensadas para adaptarse a cualquier entorno. Los colores son una declaración de intenciones: tonos rosa, azul y verde que recuerdan a los caramelos de la infancia, pero con la sofisticación de un objeto de diseño contemporáneo. Como dice Baijings: «Cuando lo ves, te hace sonreír». memofurniture.com

SCR-B9(Z)
Imagina un objeto que no es solo un reproductor de música, sino una máquina del tiempo sonora. El SCR-B9(Z), nacido de la colaboración entre la banda japonesa Zutomayo y Orion, es exactamente eso: un boombox que desafía las fronteras entre lo vintage y lo contemporáneo. Con un diseño que grita nostalgia de los 80, pero con las entrañas tecnológicas de 2026, este aparato es un verdadero camaleón musical. Cassette, CD, radio AM/FM, Bluetooth, entrada USB, tarjeta microSD e incluso función karaoke -todo en un solo dispositivo que parece salido de un sueño retrofuturista-. Su estética es un homenaje deliberado: pantalla LCD, perillas mecánicas, dos VU meters tradicionales y un acabado en crema y verde industrial que hace que cada reproducción sea casi una experiencia cinematográfica. Los detalles son poéticos: puedes grabar de cassette a formato digital, hacer dubbing de CD a cassette, y hasta tiene un sistema de mejora de bajos. Como dice la banda, es «un memo de vida que conecta texturas humanas a través del tiempo y el espacio». Un objeto que no es solo para escuchar música, sino para sentirla. Dan ganas de que se vuelvan a poner de moda los calentadores. https://zutomayomart.net/v2/product/detail/ZMY627

WASTED 001
WASTED 001, la colección de Max Lamb para Desa Potato Head, de la que os hablé hace pocas semanas se ha convertido en todo un éxito y amplía la familia con nuevos productos. A cada cual más goloso. Dejadme que os refresque la memoria. Desarrollada en colaboración con un resort eco en Bali que ha logrado desviar el 99,5% de sus residuos de los vertederos, la colección es un manifiesto de diseño circular. Cada pieza nace de materiales descartados: sábanas de hotel retiradas, aceite de cocina usado, vidrios rotos, plásticos reciclados, conchas de ostras y bambú local. Lo radical no es solo reciclar, sino reimaginar. Un candelabro hecho de aceite de cocina, una silla tejida con textiles descartados, una pieza cerámica renacida de fragmentos rotos. Como dice Lamb, «los diseñadores tenemos la responsabilidad de justificar cada producto que traemos al mundo». Y nosotras de hacerlo mejor con nuestras compras. https://shop.potatohead.co/collections/wasted

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