Ron Howard y su socio Brian Grazer suelen aparecer en las listas de los más poderosos de la industria del cine, porque suman muchos éxitos comerciales en su carrera, aunque de crítica no sean tantos. El oscarizado cineasta Ron Howard empezó su carrera como actor infantil, así que lleva en Hollywood prácticamente los 60 años que acaba de cumplir. Detrás de la cámara debutó en 1977 y ya va camino de cuatro décadas dirigiendo a otros intérpretes. Todo ello es más que suficiente bagaje para poder encarar con garantías un proyecto tan ambicioso como “In the Heart of the Sea”, y no hay más que ver el trailer para darse cuenta de que estamos ante una de las películas más espectaculares de las anunciadas para este 2015. El estreno oficial está previsto en EEUU para el próximo 15 de marzo, aunque a nuestras pantallas llegará con un par de días de antelación. El dato basta para hacerse una idea de la importancia que se le va a dar a su lanzamiento de cara al mercado internacional.

La nueva película de Ron Howard se basa en la novela homónima de Nathaniel Philbrick, editada por Mondadori con la traducción literal del título como “En el corazón del mar”. Recrea el histórico hundimiento del ballenero Essex en 1820, que sirvió de inspiración a Herman Melville para “Moby Dick”. El barco había zarpado, como era costumbre en aquel entonces, del puerto de Nantucket, en Massachusetts. La travesía prevista por el Pacífico iba a ser de dos años y medio, pero se quedó en la mitad. El Essex fue hundido el 20 de noviembre de 1820 por las dos terribles embestidas de un cachalote de dimensiones gigantescas, por no decir míticas.

Por lo tanto, este no es el relato de la lucha entre el viejo marino y la gran ballena blanca, sino la historia real de supervivencia que vivieron los náufragos del Essex. En primera instancia sobrevivieron 21 marineros a bordo de tres botes, en los cuales llegaron hasta la isla Henderson, en las Pitcairn. Pero en el deshabitado islote los recursos eran escasos y pronto se agotaron. Tres decidieron quedarse allí, a pesar de la falta de alimentos, y el resto partió en busca de ayuda, con la esperanza de ser recogidos por algún barco en alta mar. Arrastrados por los vientos y corrientes marinas, tardaron 95 días en llegar hasta Valparaíso, en Chile. Solo quedaban con vida dos únicos tripulantes tras haber practicado el canibalismo. Inicialmente se alimentaban de los que iban falleciendo por causas naturales, pero al final, elegían a suertes a los sacrificados.

Como en todo este tipo de producciones épicas en escenarios marinos, el rodaje ha sido muy complicado y a los exteriores en las islas Canarias (Lanzarote y La Gomera), hubo que sumar la recreación en los estudios ingleses de Leavesden, en Hertfordshire, donde fueron construidos grandes tanques de agua. A su vez, el realismo histórico exigió un esfuerzo físico por parte de todo el reparto, sometido a un régimen de calorías muy bajo. El intérprete australiano Chris Hemsworth, al que Ron Howard ya había dirigido en la previa “Rush” en el papel del gran piloto de carreras automovilísticas James Hunt, es aquí el protagónico Owen Chase, como primer oficial del ballenero. De capitán del Essex hace Benjamin Walker, el irlandés Cillian Murphy es el segundo de a bordo y Tom Holland, el grumete. Será este quien ya de mayor recuerde la odisea, interpretado entonces por Brendan Gleeson, mientras que Ben Whishaw aparece como el escritor y aventurero Herman Melville. La impresionante fotografía corre a cargo de Anthony Dod Mantle, siendo Roque Baños el compositor de la banda sonora, en la que se presenta como su mayor oportunidad para dar el salto definitivo a Hollywood.