MIKEL INSAUSTI
CINE

«Chappie»

El cineasta sudafricano Neill Blomkamp ha dado un nuevo impulso al género de ciencia-ficción, al que ha aportado un realismo distópico que no ha tardado en ser imitado por otros realizadores. Sus películas anticipativas son una extrapolación de la sociedad actual, en la que las diferencias de clase son más acusadas y donde los estados policiales mantienen a la población recluida en auténticos guetos, como los de Johannesburgo. Blomkamp se dio a conocer internacionalmente con su ópera prima de 2009 “District 9”, inspirada en su cortometraje de 2006 “Alive in Joburg”, donde hacía una metáfora del apartheid en forma de invasión extraterrestre. Después de rodar su segundo largometraje de 2013, “Elysium”, en Hollywood, con costosos elementos de ópera espacial, vuelve a su sistema de trabajo habitual en localizaciones de Johannesburgo, basándose esta vez en sus cortos de 2004 “Tetra Vaal” y de 2006 “Tempbot”.

Su tercer largometraje, “Chappie”, que se estrenará esta primavera, ha contado con un presupuesto más reducido, en un afán del cineasta sudafricano por recuperar su estilo inicial. Pero su visión del fenómeno futurista de la inteligencia artificial ha sido comparada no ya con la película de Steven Spielberg alusiva al tema, sino con el clásico de la comedia familiar ochentera “Cortocircuito”. Las coincidencias con la realización de 1986 de John Badham sobre las aventuras del robot Nº 5 se deben a que cuando Chappie es reprogramado es como si volviera a nacer, y al tratarse de una máquina a la que se le han incorporado sentimientos humanos, se parece a un niño inocente que debe pasar por un periodo de aprendizaje. Enseguida desarrollará sus facultades mentales, demostrando una gran sensibilidad para el arte, con dibujos de rápida y brillante ejecución creativa. Antes habrá tenido que pronunciar sus primeras palabras, como cualquier ser humano en su evolución y desarrollo.

Sharlto Copley, el socio de Neill Blomkamp en todas sus películas y actor imprescindible, en esta ocasión se limita a poner su voz al robot protagonista. Con quienes interactúa Chappie en primer lugar es con la pareja de raperos sudafricanos Ninja y Yolandi, junto con el actor indio Dev Patel, lanzado a la fama por “Slumdog Millionaire”. Ninja y Yolandi hacen de delincuentes de los suburbios que se adueñan de un robot-policía dañado para recomponerlo y poder utilizarlo en sus atracos. Dev Patel es el joven genio de la robótica encargado de reprogramarlo, pero lleva su trabajo tan lejos que acaba diseñando inteligencia artificial. En cuanto el estado policial se entera de la existencia de Chappie, envía a un agente para su eliminación, el cual es interpretado por el actor australiano Hugh Jackman. El reparto estelar se completa con la presencia de Sigourney Weaver, en un papel sorpresa sobre el que los productores se han guardado los detalles.

En la ficción, Ninja y Yolandi se encargan de que Chappie aprenda a sobrevivir en los suburbios, hasta que consiga hacerse respetar y convertirse en uno más, algo que la ley no podrá tolerar. Pero en la realidad, la pareja de raperos, conocidos en Sudáfrica como integrantes del grupo Die Antwoord, escaparon al control de la producción y complicaron el rodaje con su comportamiento caótico. Hasta tal punto llegó su actitud desafiante, que el enfrentamiento con Neill Blomkamp no se hizo esperar y la película se terminó con la pareja separada y sin que llegaran a hablarse con el director de la cinta.

Por lo que se puede apreciar en los dos primeros trailers, este es un aspecto que beneficia al realismo sucio de la película, ya que tanto Ninja como Yolandi resultan muy creíbles interpretándose a sí mismos dentro de su asumida y provocativa marginalidad. Hacen lo que quieren con Chappie, que es un buenazo.

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