A lo largo de su carrera, Cory Branan ha sido demasiado punk para tocar country y demasiado country para tocar punk. Ha demostrado ser un compositor de primera (Chuck Ragan le ha descrito como «el mejor compositor de nuestra generación»), un letrista excepcional (en la canción “Tears Don’t Matter Much”, del grupo Lucero, cantan que Cory tiene «una maña con las palabras que te harán arrodillarte») y un intérprete dotado que puede tocar con los dedos tan finamente como los cantantes folk del Greenwich Village y después rasgar con la brutalidad de un guitarrista punk.

Branan es un narrador nato. Sus aparentemente convencionales anécdotas están cuidadosamente elaboradas y se benefician de una mirada que se plasma en las experiencias de la vida. Al igual que sus héroes musicales y literarios, desde John Prine y Leonard Cohen a Raymond Carver y Gabriel García Márquez, Cory tiene una virtud especial para el detalle.

En “The No-Hit Wonder”, su cuarta larga duración, el músico de Mississippi residente en Memphis demuestra que lo suyo, bromas aparte, va muy en serio. Considerado por muchos de sus colegas como uno de los compositores más talentosos de su generación, este disco debería ser la consagración de Branan.

La suya es una historia muy unida a grupos como los ex compañeros del sello Lucero. Gente de su estilo que lleva al extremo más crudo la música de raíces, como The Loved Ones’ Dave Hause, Chuck Ragan, The Hold Steady, The Gaslight Anthem, Two Cow Garage y Drag the River’s Jon Snodgrass.

En “The No-Hit Wonder” se rodea de buenos amigos. Jason Isbell, Caitlin Rose, Craig Finn y Steve Selvidge (del grupo Hold Steady), Austin Lucas y Tim Easton le acompañan con sus voces, mientras que algunos de los mejores instrumentistas de Nashville –Audley Freed (Black Crowes), John Redford (Justin Townes Earle), Sadler Vaden (Drivin and Cryin) y Robbie Turner (Waylon Jennings, Charlie Rich)– se encargan de la música.

Los elogios promocionales se hacen innecesarios cuando las canciones de “The No-Hit Wonder" se apresuran a convencer con hechos. Hay algo de imperecedera artesanía en estas, engañosamente, sencillas canciones de amor, hogar, pérdidas y sueños. Quizá porque Branan ha tenido su ración de todo ello desde la publicación de su anterior disco, “Mutt”, en 2012, con su matrimonio, el nacimiento de sus dos hijos o el fallecimiento de varios familiares queridos. Por no contradecir el título del disco, no las llamaremos hits, pero atesora canciones que, a todas luces, son grandes temas que habrían de poner de una vez por todas en el mapa a Cory Branan.

Whitey Morgan & The 78’s

El melenudo, barbudo y genio del rock sureño y el country Whitey Morgan, en su nuevo disco con su banda los 78’s. Es una grabación en directo con la que celebra su década en la carretera con un montón de temas propios y otras tantas versiones de Bruce Springsteen, Johnny Paycheck, Hank Williams, Dale Watson…. Whitey Morgan & The 78’s son una banda honky tonk de Flint, Michigan. No han reinventado la rueda, ellos simplemente la recogieron y la han puesto a rodar de nuevo. Flint es el siempre olvidado hermano pequeño de la ciudad del motor, pero no menos que un pueblo difícil con fábricas y perspectivas vacías. De allí salen Morgan y su banda. Desde el lanzamiento de su primer álbum “Honky Tonks and Cheap Motels”, han revivido un género olvidado con una dedicación feroz y gran determinación. Gustará a los seguidores de Shooter Jennings, Dale Watson o Sturgill Simpson.