Si quiere profundizar, refrescar, incluso aligerar su relación con la fotografía, le recomendamos “The Photographers Playbook”, un libro de juegos para fotógrafos y fotógrafas con 307 tareas e ideas, editado por Jason Fulford and Gregory Halpern. De momento, desafortunadamente, solo hay edición en inglés. Según los editores del libro, un buen profesor sabe cuándo inspirar y cuándo presionar, cuándo encontrar el equilibrio entre lo serio y lo divertido.

Aunque la palabra suene un poco rara, en este libro puede encontrar propuestas para actividades, ¡sí!, y juegos, consejos de edición o ideas para afrontar nuevos proyectos aportados por fotógrafos como Stephen Shore, Susan Meiselas y muchas más.

Una actividad propuesta por Robyn Taylor sería reunir a un grupo de gente para ver la película de Antonioni “Blow-up”, elegir veneno y tomar una copa cada vez que David Hemmings, alias Thomas, saca una foto. No llegará para ver cómo acaba la película, pero habrá hecho amigos para toda la vida. Hay consignas más básicas, como no dejar caer la cámara, o relatos extensos sobre enseñanzas recibidas. Un consejo “muy Roger Ballen” es retornar los globos oculares hacia dentro y fotografiar lo que se vea. Sandra Phillips propone una reflexión sobre cómo presentar un país imaginario a un grupo de personas que no tiene ni idea de cómo es. «¿Cuáles son sus principios básicos, sus problemas? ¿Qué aspectos del país representaría y cómo?». En fin, un libro, casi sin fotos, para ojear y revisitar de vez en cuando.

Les dejamos con la propuesta de la fotógrafa Ahndraya Parlato. (Si no le interesa hacer fotos, puede reemplazar “fotografiar” por escribir, tunear coches, comer chocolate...)

«Deja de mirar activamente a las fotografías y deja de hacerlas durante un periodo de tiempo. Nada de blogs, ni libros, ni sitios web. Hibernar visualmente. Trate de olvidar en qué consiste una fotografía “buena” o “chula”. Trate de olvidar lo que le enseñaron en la escuela. Después de olvidar todo eso, intente recordar por qué quería hacer imágenes en sus inicios. ¿Todavía se siente llamado a fotografiar? ¿Qué quiere fotografiar? Anote su respuesta. Cuando sienta que la hibernación ha terminado, empiece a hacer fotos de nuevo».