BERTA GARCIA
CONSUMO

Multas

Se imaginan lo que les puede pasar si tienen multas pendientes con la Hacienda pública o Tráfico, y no las pagan? Pues lo más leve será que les embarguen sus cuentas bancarias y, desde luego, se producirá el aumento de la deuda con los intereses de demora. Es lo que tiene ser ciudadano de a pie.

Según denuncia la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), existe una relación de grandes empresas estatales que han sido multadas por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) sobre la base de prácticas oligopolísticas o de claros incumplimientos normativos. Todo un rosario de cuentas impagadas que sobrepasan los 700 millones de euros y que van desde Telefónica (25 millones) por cobro abusivo de permanencias, pasando por Ferrovial and company (100 millones) por acaparar la recogida urbana de basuras, hasta Repsol, Cepsa (32 millones) y varias empresas comercializadoras de electricidad (Iberdrola, Endesa...).

Curiosamente, se trata de empresas que alardean obscenamente de los beneficios logrados el pasado año. Como muestra, tenemos el caso de las eléctricas, cuyos beneficios ascienden a la mareante cifra de 7.125 millones de euros (según datos de El blog energía.com) o a los 3.001 millones de Telefónica.

Como se señalaba, el saldo a nuestro favor, el de todos los contribuyentes, es de 700 millones de euros. Todo un gran capital el que suman esas multas impuestas y no pagadas, y que, de liquidarse en plazos razonables, haría otra cosa de las arcas oficiales gracias a su justa redistribución en muchas de las partidas presupuestarias que están siendo recortadas impunemente.

Entonces, ¿dónde está el truco? Según la OCU, al parecer todo radica en la figura jurídica conocida como «suspensión cautelar de la sanción por acogerse a las garantías judiciales». Es decir, un largo periodo de gracia en tanto dura el proceso judicial y luego Dios dirá si pagan todo, parte o nada.

Todos estos datos son muy fuertes para los usuarios, que se ven mermados ante una justicia con distintos baremos de aplicación. La ley se moldea como la plastilina, ofreciendo figuritas al gusto de los grandes artífices.