Ericka Montaño Garfias
escritora
EN PRIMER PLANO

Sofi Oksanen ESCRITORA

«Un libro puede ser entretenido, ser una buena lectura y, al mismo tiempo, dar información. Esa es la combinación perfecta. No es suficiente escribir sobre temas importantes, también hay que atrapar a los lectores». Quien así se expresa es Sofi Oksanen, una de las autoras más prometedoras de las letras finlandesas. Hija de madre estonia y padre finlandés, nació en Jyväskylä (Finlandia) en 1977. Estudió literatura y, más tarde, dramaturgia en la Academia de Teatro de Helsinki. Si sus dos primeras novelas, “Las vacas de Stalin” y “Baby Jane”, la convirtieron en la nueva promesa de la literatura finlandeses, “Purga” la catapultó a la fama y con “Cuando las palomas cayeron del cielo” (2013) se superó a sí misma.

«Aprendí a escribir a los seis años, que es cuando tuve un diario, principalmente relatos y algunos poemas que terminaban convertidos en cuentos. Pero a esa edad no entendía muy bien lo que era, no sabía por qué escribía, porque no hay escritores en mi familia», comenta en esta entrevista realizada tras participar en el Hay Festival de Medellín (Colombia). Ahora recuerda aquellos inicios, pero lo que añora es «tener más tiempo para escribir». «Quiero escribir buenas historias. Por supuesto, espero escribir historias que sean interesantes para los lectores dentro de cien años también; hay historias que hablan de cierto tiempo o periodo y dejan de leerse, pero espero que mis libros puedan ser leídos y entendidos dentro de cien años. Es algo que no sabré, pero espero que pase y me encantaría decir que en cien años el mundo será un lugar mejor, pero tampoco lo sabemos».

Las novelas de Oksanen exploran temas universales, como la dictadura, la guerra, la resistencia o el tráfico de mujeres. Hablan de un pasado reciente; así lo hizo en la primera, “Las vacas de Stalin”, y así ha continuado en “Purga” y “Cuando las palomas cayeron del cielo”.

«Escribí ‘Las vacas de Stalin’ porque advertí que las personas de mi edad en Finlandia no entendían lo que fue el mundo y la sociedad de la Unión Soviética, no entendían a un país con un pasado reciente de dictadura como fue Estonia, lo que es el mecanismo y la destrucción en un país no democrático y cómo esa clase de sociedad afecta la vida diaria. No entendían por qué el colonialismo mantiene su sombra en los países durante cientos de años».

“Las vacas de Stalin” se centra en la historia reciente de Estonia, en este caso vista por los ojos de la hija única de una estonia y un finés, nacida en los años 70. “Purga” es un mosaico humano y político sobre el pasado de Estonia bajo la ocupación nazi y la era soviética; un thriller político y psicológico que implica el tráfico de personas. Este título nació como una obra de teatro, representada con gran éxito en el Teatro Nacional de Helsinki en 2007; posteriormente, Oksanen desarrolló los personajes hasta convertir la historia en una novela. Y “Cuando las palomas cayeron del cielo” está ambientada en Estonia durante la Segunda Guerra Mundial, la resistencia contra la Unión Soviética, la llegada de los alemanes y, después, la oposición a los nacionalsocialistas. «En Estonia existe una nueva generación de historiadores que escriben de lo que pasó y eso significa que tengo más información sobre temas que me interesan», comenta.

«Con la traducción de mis novelas a otros idiomas y los viajes a otros países que tuvieron casi los mismos problemas –prosigue Oksanen– noté que la mecánica de la ocupación es la misma. Los dictadores gobiernan en países diferentes, pero el método es el mismo. Los mecanismos de tortura no difieren mucho de un país a otro, parece que usan el mismo manual para controlar a las personas».

No obstante, considera que cada país tiene necesidades literarias diferentes, pues, a su juicio, en muchos territorios existe un pasado reciente con temas que no son debatidos o no hay una discusión pública, y la literatura es una forma de hablar de ello. «También porque con la ficción puedes ser más directo y puede cambiar el pensamiento conservador o los modelos», añade. «Los personajes literarios son parte de la forma en la que construyes tu identidad. En los libros escolares, por ejemplo, la madre siempre es la que hace las tareas domésticas y el padre sale a trabajar. Es la manera en la que nos formamos y por eso es importante escribir de las diferentes formas de vivir la realidad: los padres no son los únicos que van a trabajar. Las madres también. Por eso la literatura ayuda a cambiar los papeles».