Dos cineastas de la diáspora vasca como el guionista Jorge Guerricaechevarria y el realizador Daniel Calparsoro estaban condenados a terminar trabajando juntos, y la oportunidad les ha llegado por fin con “Cien años de perdón”. Se anuncia como un thriller sobre el atraco a un banco, pero con un trasfondo sociopolítico que tiene que ver con la situación actual de crisis y corrupción. Es una coproducción internacional rodada en Valencia, Canarias y Buenos Aires. Gracias a ello, en el reparto nos encontramos con los actores argentinos Rodrigo de la Serna, conocido sobre todo por “Diarios de motocicleta”, y Luciano Cáceres. El resto del elenco principal lo completan Luis Tosar, José Coronado, Marian Álvarez y Raúl Arévalo. No cabe duda de que con tales credenciales y con Telecinco Cinema y la Fox detrás, está llamado a ser uno de los títulos comerciales de la cartelera en 2015.

Para Daniel Calparsoro es ya su noveno largometraje cinematográfico tras “Salto al vacío” (1995), “Pasajes” (1996), “A ciegas” (1997), “Asfalto” (2000), “Guerreros” (2002), “Ausentes” (2005), “Invasor” (2012) y “Combustión” (2013). Se puede observar que entre 2005 y 2012 hay un vacío de siete años sin estrenar película, coincidiendo con la etapa en que fue a Hollywood a preparar varios proyectos que finalmente no cristalizaron. Pero no se quedó en blanco, sino que aprovechó el parón para hacer las telemovies “El castigo” (2008), “La ira” (2009), “Inocentes” (2010) y “Tormenta” (2012). Se viene discutiendo sobre si en sus comienzos Calparsoro apuntaba más hacia el cine de autor, decantándose después por una carrera profesional encaminada hacia los productos de acción y de televisión dirigidos al público adolescente. Tampoco es exactamente así, porque “Cien años de perdón” es el tipo de proyecto capaz de aunar interés en su contenido argumental con una narrativa de entretenimiento. Puede suponer un nuevo giro en su trayectoria, empezando porque es el título de enunciado más largo que haya utilizado jamás, pues siempre le ha gustado emplear una palabra muy sonora, o un par como mucho, a fin de dar mayor contundencia verbal a sus propuestas.

Lo novedoso que resulta escuchar o leer “Cien años de perdón” como título de una película de Calparsoro se debe a que tiene como guionista a Jorge Guerricaechevarria, quien ha venido colaborando principalmente con el director Álex de la Iglesia. La intención al coger la segunda parte de una expresión tan popular como «Quien roba a un ladrón, tiene cien años de perdón» está clara, en alusión a la corrupción política que sirve de telón de fondo a este thriller de atraco a un banco. Los ladrones buscan entre las muchas cajas de seguridad, una concreta, que parece ser que lleva el número 311. Se trataría de un guiño numérico a su propio guión para la exitosa película de Daniel Monzón “La celda 211”, y que a su vez hacía otro al guión de Michel Gaztambide para la no menos aclamada película de Enrique Urbizu “La caja 507”, todo un referente dentro del cine negro hecho en el Estado español.

El robo es ejecutado por El Gallego (Luis Tosar) y El Uruguayo (Rodrigo de la Serna), según un plan de los en teoría perfectos que falla o sale mal a las primeras de cambio. El túnel que comunica el banco con una estación de metro abandonada, y que iba a ser utilizado como vía de escape, queda inundado por unas inesperadas lluvias torrenciales. Además, el grupo delictivo es traicionado por los políticos que les encargaron el golpe y la Policía, lejos de colaborar, no les concede tregua. Así que tendrán que ingeniárselas para huir de la trampa que les han tendido, improvisando sobre la marcha y con el preciado contenido de la caja en su poder como único garante. Guarda información comprometida sobre un exmiembro del partido en el poder, que casualmente se encuentra en coma a causa de un sospechoso accidente.