GOTZON URIBE
MUSICA

Sean Rowe

Sean Rowe ha pasado gran parte del año viajando solo con su guitarra y actuando en los hogares, en las salas de estar de la gente. Según señala, «es como ser una especie de vendedor ambulante con barba. Voy de puerta en puerta, pero en lugar de aspiradoras, estoy vendiendo todos esos sentimientos que vienen con las canciones. Es una experiencia muy intensa la que los oyentes tienen conmigo en sus salas de estar. No están acostumbrados a tener un extraño en sus casas que toca música, bebe su cerveza y come su comida. Pero creo que así es como se supone que debemos ser».

Ese mismo sentimiento de conexión inquebrantable es el que ha dado forma al nuevo y espléndido álbum de Rowe, “Madman”. Su voz ha sido catalogada como una mezcla que recuerda la intensidad de éxtasis de finales de los sesenta de Van Morrison con la cruda sutileza de los últimos años de Johnny Cash. Es un álbum bello de comienzo a fin, simple, intenso y fuerte, tanto en los arreglos como en la composición. Son canciones que salen desde dentro, literalmente. Ritmos hipnóticos y guitarras distorsionadas acompañadas de la increíble voz de Rowe, que nos recuerda, tanto de forma real como imaginaria, que la música es un instrumento que sirve de puente, de conexión entre las personas, los individuos.

Su anterior trabajo, “The Salesmen and The Shark”, era un disco más pulido. Lo grabó en Los Ángeles acompañado por músicos de sesión californianos. En esta ocasión, la idea era plasmar el inmenso poder emocional de sus actuaciones en directo. El proceso comenzó con Rowe solo en un estudio de grabación al norte del Estado de Nueva York, con su guitarra trabajando con riffs que se convertirían en canciones. Para el nuevo disco quería despojarse de gran parte de la producción y concentrarse en la voz y la guitarra, que había perfeccionado en los cines, discotecas y salas de estar por donde había pasado. Nos habla de cómo las canciones no deben tener grandes estructuras para estar llenas de intensidad. La honestidad y la emoción que pueda haber en cada una de ellas es lo que importa. Son canciones que aparentemente pueden parecer simples, pero que tienen una carga emocional que va directa al corazón.

El álbum comienza con el tema que da título al disco. Una guitarra rítmica se acompaña de un cadencioso piano y un bajo melódico, todo ello al servicio de la increíble y conmovedora voz de Rowe.

El sonido de “Madman” está influenciado por las hipnóticas guitarras del blues del Delta. Artistas como R.L Burnside y John Lee Hooker están presentes en las canciones, pero todo ello llevado a su terreno y con una aportación personal estilística que eleva estas canciones a otro grado. No imita ni duplica estilos, sino que coge lo mejor para hacerlos suyos.

Eilen Jewell

La cantante Eilen Jewell nos presenta un doble disco en directo que merece la pena tener en la colección. Contundentes y con carácter, son treinta canciones que recogen fielmente cómo es una actuación de la joven roquera norteamericana. Fueron grabadas en directo en la ciudad de Fall River (Massachusetts), en el Narrows Center For The Arts en febrero de 2014 durante dos noches. La recopilación incluye sus temas más representativos, algunas versiones y una nueva canción llamada “Rio Grande”. Jewell está acompañada por Jerry Miller a la guitarra, la sección rítmica de Jason Beek –batería– y Johnny Sciascia al contrabajo. Embaraza de cinco meses, la cantante y su banda atravesaron grandes nevadas por carretera para llegar al Narrows. Allí dentro, con el calor del público, ofrecieron un concierto fabuloso que quedó grabado en esta recomendable recopilación. Sus canciones se encuentran en algún lugar entre Bob Dylan, el viejo country y cantantes de rock’n’roll como Wanda Jackson.