Conny Beyreuther
IRUDITAN

Ícaro

¡Qué imagen! Un ave sobrevolando tranquilamente Abu Dhabi. Este avión solar va a dar la vuelta al mundo: Emiratos Árabes, India, Myanmar, China, Pacífico, EEUU, Atlántico, sur de Europa, Norte de África y vuelta.

El “Solar impulse 2” es el resultado de trece años de trabajo. Son 17.248 células solares desplegadas en las alas en una superficie de 270 metros cuadrados. Con 72 metros de envergadura, es más ancho que un Boeing 747, aunque, en comparación, es un peso ligero (2.500 kg; una cuarta parte corresponde a las baterías).

Como dice el nombre, tiene una misión: impulsar la energía solar y limpia, y darle la mayor cobertura mediática posible. Para ello, los aventureros suizos Bertrand Piccard y André Borschberg van a rodear el mundo en 12 etapas durante cinco meses. Entre los inconvenientes se apunta que la velocidad máxima es de 90 km/h, pero esa velocidad bajará hasta un mínimo de 36 km/h al cruzar el mar, con lo que la travesía del Pacífico durará cinco días y cinco noches.

La cuestión es que las baterías no aguantan la noche entera, con lo que el piloto de turno tendrá que aprovechar el día para ganar altura y cargar pilas. Durante la primera mitad de la noche planeará (descendiendo 1.000 metros por hora) y solo en la segunda mitad usará las baterías. El avión solar solo aguanta el peso de un piloto, con lo que Piccard y Borschberg se turnarán en la misión (como buenos aventureros, se han entrenado para adecuar sus pautas de sueño a las exigencias del vuelo: siestas de veinte minutos diez veces al día, gracias a la auto hipnosis).

Estos son algunos datos de un proyecto cuyo gasto asciende a 140 millones de euros y que no está claro cómo repercutirá en la necesaria apuesta por la energía solar y el resto de las renovables. Obviamente, la industria aeronáutica no está interesada.

Las piruetas de prueba del “Solar Impulse 2” han coincidido desafortunadamente (esperamos que solo sea una coincidencia) con la IDEX, la mayor feria de armas del mundo. Ambos eventos han tenido lugar en Abu Dhabi. Mientras la energía limpia surcaba el cielo sobre la capital del Emirato, en tierra, las empresas armamentísticas presentaban las “tendencias de primavera” entre enormes ramilletes de flores, con los drones (de aire, tierra y agua) como estrella principal. Esos drones que son tan populares ahora para sacar vídeos y fotos, pero en su versión “Predator”, para la guerra a distancia, casi “limpia”.