TERESA MOLERES
SORBURUA

Terraza orientada al sur

El problema de una terraza orientada al sur es que el sol puede quemar fácilmente la plantación al mediodía en verano. Así que será necesario crear un espacio con vegetación resistente y de fácil mantenimiento. Para comenzar, escogeremos plantas generosas y con poca necesidad de riego. Plantas que evocan el calor del sur y se comportan bien en tiesto, al tiempo que resisten ráfagas de viento. Al diseñar una terraza abierta, no hay que olvidar preservar la intimidad del lugar creando un refugio con plantas de hoja persistente.

Escogeremos un clásico en los jardines sureños, el olivo, de follaje perenne y que solo necesita un riego semanal. Hay que cambiarlo de tiesto cada cuatro años. La higuera es otro árbol al que le gusta el calor y que renueva sus hojas cada año. Hay que observarla, porque cuando las hojas se inclinan, es que necesita riego. Al lado de la higuera puede ir un callistemon, llamado “limpia botellas” por la forma de sus flores y que florece abundantemente en primavera. La tierra debe conservar algo de humedad, excepto en invierno. Otra opción interesante es el Phormium bicolor, que puede estar en un mismo tiesto por muchos años.

Al naranjo de México, de flores blancas aromáticas, le gusta un muro soleado en tiempo frío, y el Viorne “Watanabe” formará un seto de colores rojo-púrpura en otoño con flores blanco marfil primaverales. Por último, para crear una necesaria y densa pantalla aislante, escogeremos el bambú dorado o el bonetero del Japón.

En cuando a los materiales de construcción, hay que elegir siempre los naturales. Los tiestos serán de barro cocido, los listones del suelo, de pino tratado y desinfectado, e incluso para añadir a las jardineras un atractivo especial, escogeremos para su fabricación maderas exóticas, también tratadas contra la pudrición.

Si el espacio lo permite, podemos colocar una escalera o baldas con muchos tiestos juntos de diversas calidades y formas, hasta crear una rocalla de plantas que procuraremos proteger del frío invernal. Recordad que la evaporación es importante, por lo que el riego debe ser abundante. Y para evitar el exceso de humedad, sobre todo en primavera y otoño, les aportaremos un buen drenaje, con una mezcla de un tercio de tierra vegetal, un tercio de tierra franca o de jardín, y el resto, con gravilla.