TERESA MOLERES
SORBURUA

Trasplantar un bonsái

Con motivo de la exposición “Un jardín japonés: topografías del vacío” en el Museo San Telmo de Donostia, se han venido organizando actividades diversas, entre ellas, un taller de bonsáis organizado por el Donosti Club Bonsái al que asistí. En el taller nos mostraron la creación laboriosa y paciente de un bonsái a partir de un arbolito, por medio de poda y alambrado de las ramas hasta controlar su crecimiento natural. Se debe cortar la parte superior para que quede compacto. Las ramas van alternas cuidando que no oculten la parte frontal del bonsái. A continuación, con hilo de cobre se enrollan las ramas en horizontal hasta formar un ángulo de 45º con el tronco. A pesar del interés de la clase, por el momento mi trabajo en este campo se reduce a cambiar la tierra o trasplantar un bonsái de arce de varios años.

En los bonsáis en formación, el trasplante debe hacerse cada dos o tres años en las especies de crecimiento rápido y cada cinco o seis años en las de crecimiento lento. Es necesario utilizar un sustrato específico para bonsáis, akadama o kanuma para las especies de tierra ácida, mezclado con un 20% de la tierra vieja y de un 10 a un 20% de arena de río. Si se quiere, se puede utilizar el mismo recipiente. Después, mantener el bonsái trasplantado al abrigo del viento y el sol, y esperar un mes para añadir fertilizante. Al incorporar fertilizante, recordar la regla «poco y a menudo».

La operación de trasvase consta de tres etapas. Primero, sacar el bonsái de su recipiente y desenredar con cuidado las raíces con el gancho apropiado; a continuación, acortar las raíces muy largas en sus dos tercios y las otras solamente uno.

En el recipiente, fijar con un hilo de hierro un trozo de rejilla de plástico encima de los agujeros de drenaje. Después, rellenarlo con una capa delgada de sustrato formando en el centro un montículo pequeño.

Colocar el bonsái sobre este montículo presionándolo con un movimiento de rotación para estabilizarlo. La base del tronco debe quedar un poco por encima del borde del tiesto. Llenar con el sustrato y apretarlo. Para sujetar el bonsái, pasar un hilo de hierro bajo el recipiente y subirlo por encima del cepellón que forman las raíces, mantenerlo sujeto dos o tres meses hasta que el bonsái enraíce. Finalmente, regar en abundancia en forma de lluvia fina para humedecer el follaje.