2015 MAI. 07 El acuerdo entre Likud y Hogar Judío permite formar Gobierno a Netanyahu GARA TEL AVIV Dos horas antes de que finalizara el plazo legal para formar Gobierno, a medianoche, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, anunció un acuerdo para formar su Gabinete con Neftali Bennett, exministro de Economía y líder de Hogar Judío, el partido que representa a los colonos, que le exigía la cartera de Justicia a cambio de aportar sus ocho diputados. La decisión del ultra Avigdor Lieberman de no participar en el Ejecutivo dejó a Netanyahu a merced de Benett. «Se terminó la negociación, se terminaron las campañas (electorales)», escribió Bennet en cuenta de twitter anoche. «Voy a salir de aquí para llamar al presidente y al presidente de la Knesset (Parlamento) para decirles que yo he sido capaz de formar un Gobierno», señaló Netanyahu. Este pacto in extremis permitirá al primer ministro gobernar con una ajustada mayoría de 61 de los 120 escaños que forman la Knesset (Parlamento) y evitar así un eventual llamamiento del presidente israelí, Reuven Rivli, a otros líderes para formar Gobierno. Antes de las negociaciones con Hogar Judío, el jefe del Ejecutivo había conseguido cerrar un acuerdo con los partidos religiosos Judaísmo Unido de la Torá (con seis escaños) y Sha (siete), así como con el centrista Kulanu (diez). Pero esta alianza aún dejaba a Netanyahu a ocho diputados de poder controlar la Knesset y asegurarse así un cuarto mandato. El pacto con los ultraderechistas de Hogar Judío, con ocho escaños, le garantiza la continuidad en el cargo. El acuerdo de coalición entre ambos establece que la cartera de Justicia, una de las más codiciadas en Israel, vaya a parar a manos de la formación ultrasionista, a pesar de las reticencias mostradas por el primer ministro a lo largo de toda la jornada. El acuerdo fue alcanzado tras intensas negociaciones desde que hace dos días el ministro de Exteriores, Avigdor Lieberman, presidente de la formación ultraderechista Israel Beitenu, anunciara que no se sumaba al nuevo Ejecutivo de Netanyahu, dejándole a ocho escaños de la mayoría parlamentaria. Bennet no dudó en aprovechar la oportunidad y elevó el precio político por el apoyo de sus ocho diputados por encima de lo que el gobernante Likud estaba dispuesto a pagar en un principio. Finalmente, Netanyahu, acorralado, tuvo que ceder a las demandas de Hogar Judío, que pese a haber bajado en los resultados electorales dispondrá de tres ministerios: Educación, Justicia y Agricultura. De acuerdo con el “Jerusalem Post”, entre las exigencias planteadas por Hogar Judío estarían entregar la cartera de Exteriores a Bennet, la de Justicia al diputado Ayelet Shaked y la de Educación al actual ministro de Construcción, Uri Ariel. «Fracaso nacional» El líder de la Unión Sionista, Isaac Herzog, consideró el acuerdo un «fracaso nacional». Para Herzog, cuyo partido político se quedó a tan solo seis escaños del Likud de Netanyahu en las elecciones generales del pasado 17 de marzo, este Ejecutivo nace «desprovisto de responsabilidad, estabilidad y, sobre todo, de capacidad para gobernar». «Un gobierno susceptible a la extorsión es un Gobierno débil que será rápidamente remplazado por una alternativa esperanzadora», auguró. El jefe de Unión Sionista, que consiguió 24 escaños, confiaba en que las negociaciones de Netanyahu para formar Gobierno antes de la pasada medianoche fracasaran para que el presidente israelí, Reuven Rivli, le diera a él la oportunidad de cerrar un Ejecutivo.