2015 MAI. 31 CRÍTICA «Dando la nota aún más alto» La parodia de los concursos de canción continúa Mikel INSAUSTI Ya ha transcurrido casi una década desde que Paul Weitz parodiase en “American Dreamz” (2006) los concursos televisivos de canción, basándose en el modelo del programa “American Idol”, que era el original en el que a su vez se inspiró “Operación Triunfo”. En todo este tiempo no sólo no han pasado de moda, sino que “La Voz” es una prolongación de dicho inagotable formato . En medio del ya tan cargante panorama “Pitch Perfect” (2012) apareció como una sátira capaz de darle una vuelta de tuerca más al fenómeno del “talent show” para cantantes, introduciendo a la audiencia internacional en el poco conocido ambiente de los concursos universitarios de canción “a capella”. “Pitch Perfect” (2012) presentaba además la originalidad de tener como protagonista a un grupo femenino de voces, haciéndose eco por el lado de la comedia coral con chicas de la tendencia marcada previamente por “Bridesmaids” (2011) y “Bachelorette” (2012), títulos todos ellos que tienen en común la presencia en su reparto de la actriz australiana Rebel Wilson, que se ha convertido en el símbolo de la perdida del complejo por sobrepeso. El arrollador éxito comercial de “Pitch Perfect 2”, que va camino de superar en ingresos a la primera entrega, se fundamenta según las estadísticas en un mayoritario porcentaje de mujeres dentro del público asistente a los cines donde se proyecta la película. No en vano al frente del proyecto se ha puesto una mujer que sutituye al director anterior Jason Moore. Se trata de la actriz y productora Elizabeth Banks, que así goza de la oportunidad de debutar también como realizadora. Detrás de la cámara demuestra conocer muy bien el producto y lo que quieren sus seguidoras, incorporando nuevas voces al coro de las Barden Bellas, que han de competir ahora en el extranjero contra la formación germana Das Sound Machine, una mezcla vocal de Kraftwerk y Rammstein.