2015 EKA. 25 Nuevo plan de comunicación del obispo de Bilbo mientras curas piden transparencia Coincidiendo con la visita a Bilbo del presidente del Consejo Pontificio para las Comunicaciones Sociales, Claudio María Celli, Mario Iceta ha presentado un plan de comunicación. Curas piden más transparencia. Agustín GOIKOETXEA BILBO El Vaticano está desplegando una importante campaña comunicativa para trasladar al mundo que los modos de la Iglesia católica han cambiado con la llegada de Francisco. En ese contexto, el presidente del Consejo Pontificio para las Comunidades Sociales, el arzobispo Claudio María Celli, ha visitado Bilbo, desarrollando distintas comparecencias públicas y otras dirigidas a la diócesis. Ayer, en un desayuno informativo en el Hotel Carlton, Celli aseguró que «la cultura digital es hoy el mayor desafío para la Iglesia», pues estiman sus estrategas comunicativos que deben ser capaces de «dialogar con los hombres y las mujeres que viven en este contexto cultural». El arzobispo también defendió «una Iglesia más cercana y disponible» para lo que tienen fijada su atención en redes sociales como Twitter o Facebook, por su dimensión global. El responsable vaticano reconoció que el actual es «un momento delicado», de cambio, en la que «la propia dimensión comunicativa de la Santa Sede está bajo análisis». En esa coyuntura, aprovechando la visita de Celli, el martes fue presentado a los miembros de la diócesis el plan de comunicación para el periodo 2014-2017, que pretende extender su mensaje. La realidad en Bizkaia es otra Tras el mensaje general de la Iglesia católica, se encuentra la realidad de los ámbitos diocesanos locales y, en el caso de Bizkaia, la imagen que pretende transmitir el obispo Mario Iceta no se corresponde con lo que sucede en los ámbitos restringidos a quienes conforman la Iglesia vizcaina. En su última asamblea, el Foro de Curas de Bizkaia apuntó a las carencias que en materia de transparencia aún se detectan, especialmente por lo que se refiere a la toma de decisiones por el prelado a la hora de delegar responsabilidades. El Foro se queja de que no se comunican las actas de los consejos diocesanos más allá de sus miembros, no se ha socializado el proceso de consulta diocesana sobre el sínodo familiar «ni siquiera a los participantes en el debate en grupos»; ni se ha informado adecuadamente del nuevo director del Servicio de Educación, «sin juzgar en ningún caso la idoneidad de la persona escogida». Tampoco gustan los pasos que ha dado Iceta y su círculo en las gestiones para unificar los centros de estudios teológicos. Desde el Foro de Curas no dudan de que se haya cumplido con las normas establecidas en estos y otros procesos, aunque entienden que en todos ellos hay falta de transparencia. «Disponer de los datos y hacerlos accesibles a las personas de la organización diocesana de forma sencilla, fácil y rápida mejora el ambiente de la comunidad», defienden. Una y otra vez, periódicamente, se repiten las quejas desde distintos ambitos de la Iglesia vizcaina, ya que consideran que Mario Iceta pretende dar una imagen que no corresponde con la realidad que viven a diario en la diócesis. Las decisiones parten del obispo y el resto es meramente formal.