2015 IRA. 10 Aritz Ayesa, de EH Bildu, presidirá la Mancomunidad de Iruñerria Por 26 votos frente a los 11 que obtuvo UPN, el edil de Antsoain Aritz Ayesa fue nombrado ayer presidente de la Mancomunidad de Iruñerria. Finalmente, hubo un tercer candidato sorpresa, del PSN, que logró cuatro votos. Ayesa recibió el apoyo de I-E, Aranzadi, Podemos e independientes. Geroa Bai cumplió con su anunciada abstención. Aritz INTXUSTA IRUÑEA El nuevo presidente de la Mancomunidad de Iruñerria (MCP), Aritz Ayesa, duplicó holgadamente en votos a sus rivales. El concejal de Antsoain defendió un programa «de consenso» cuyo apoyo espera ampliar durante su gestión de cuatro años. Finalmente, Ayesa no pudo evitar salir elegido en segunda ronda, ya que para ser investido en la primera vuelta hubiera necesitado 28 votos y le faltaron dos. Ayesa, antes de la votación, defendió que su programa es «serio y con contenido» y que recoge aportaciones «de las fuerzas del cambio y de independientes». Destacó de él varias ideas, como el refuerzo de la transparencia y la participación. Su intervención tras ser nombrado fue brevísima: «Ya está, ahora a trabajar». El concejal prácticamente no tuvo rivales. El aspirante de UPN reconoció que su candidatura era «testimonial», porque «Bildu y sus marcas blancas» garantizaban la elección de Ayesa. Juanjo Echeverría utilizó su intervención para apelar a Geroa Bai. Según él, esta formación hubiera tenido la capacidad de «decantar la balanza hacia la razonabilidad». El concejal estuvo muy duro y faltón, augurando que la llegada de EH Bildu a la MCP auguraba un «cambio radical a peor». Por su parte, UPN esbozó un programa continuista que esperó que «a lo largo del mandato pueda concitar más apoyo», dentro de lo que denominó «fuerzas razonables». Esta intentona desesperada se apoyaba en el intento frustrado de la líder de Geroa Bai en Iruñea, Itziar Gómez, de hacerse con la presidencia. Gómez retiró la candidatura el lunes, tras no conseguir el apoyo esperado de Podemos, Aranzadi y los independientes. En su renuncia, la concejala de Iruñea –que no quiso asumir ninguna concejalía delegada cuando se la ofreció Joseba Asiron– ya avanzó que sus votos irían a la abstención, tal y como, aparentemente, sucedió (ya que el voto es secreto). Geroa Bai contaba con nueve vocales en la MCP y hubo 12 blancos. Al final, Echeverría no logró que le apoyara nadie que no fuera de la propia UPN. El PSN, del todo a solo cuatro EH Bildu recibió el apoyo de varios independientes, Podemos y Aranzadi, ya que el programa se elaboró conjuntamente. Las reuniones para definir en las líneas de trabajo en la MCP siempre estuvieron abiertas a Geroa Bai, aunque declinó participar. Si el intento «testimonial» de UPN para marcar diferencias con EH Bildu acabó reflejando su soledad, peor aún le fue al PSN. A última hora, sorprendió postulando al desconocido Eduardo Valencia. Solo recibió cuatro votos de 54 (los suyos). En su intervención, destacó los logros de los últimos años de la MCP, dado que hasta ahora la presidían. De hecho, la presidencia de la MCP era uno de los cargos que se utilizaban a modo de cambalache durante el régimen UPN-PSN. Un programa plural para repartir el poder El programa para la MCP que deberá defender Ayesa está consensuado entre EH Bildu, Aranzadi, Podemos e Izquierda-Ezkerra. La idea principal es romper con sistema de dirección presidencialista para pasar a otro de reparto de poder por áreas, al estilo de las concejalías delegadas en los ayuntamientos, así como establecer diversas medidas para ampliar la transparencia (acceso a la documentación y reuniones con todos los alcaldes, etc). También existe un compromiso por «la gestión pública directa» en aras de una «mayor eficiencia y calidad». Actualmente el grueso de los servicios de la Mancomunidad están en manos de la multinacional FCC. En cuanto a las diferentes áreas, el programa busca «desarrollar un transporte urbano comarcal sobre la base del proyecto presentado por los técnicos de la Mancomunidad este mismo año». De este modo, se buscará ampliar el transporte público a más localidades a través de «lanzaderas» con conexión al transporte urbano o interurbano. También se apuesta por «una tendencia decidida hacia el residuo mínimo» y la potenciación de la recogida selectiva de cara a cumplir con las tasas que marca la Unión Europea. En este punto, se remarca la apuesta por la gestión pública o por entidades de economía social para el tratamiento de los residuos. En cuanto al polémico traslado al edificio de las Salesas, de gran coste económico, se propone abrir «una etapa de reflexión». Asimismo, se avanza ya una «reducción sustancial de retribuciones» de presidencia y gerencia.A.I.