2015 ABEN. 31 EL MUNDO ABANDONADO Giro melodramático al «doppelgänger» M.I. Es posible que la buena racha autoral que llevaba la cineasta alemana Margarethe Von Trotta se haya cortado con “El mundo abandonado”, o al menos este título no ha tenido una recepción crítica tan favorable como los anteriores “Visión: La historia de Hildegard Von Bingen” (2009) y “Hannah Arendt” (2012). La razón tal vez haya que buscarla en el hecho de que los dos trabajos mencionados se basaban en sólidas biografías históricas de mujeres importantes y transcendentes culturalmente, mientras que para su nueva realización ha creado una mujer de ficción a partir de recuerdos autobiográficos. Todo proviene de que treinta años atrás Margarethe Von Trotta descubrió que tenía una hermana a la que no conocía. Ese sorprendente hallazgo en la vida real le ha llevado a desarrollar dicha posibilidad, forzando aún más si cabe el azaroso destino de las personas marcado por casualidades y coincidencias, que a menudo resultan casi increíbles. De ahí que el desarrollo narrativo se decante por el folletín melodramático de ambiente familiar, con todo lo que eso conlleva de secretos, infidelidades y demás líos ocultos que van saliendo a la luz. La investigación se inicia cuando un padre encarga a su hija que viaje a Nueva York para encontrarse con una diva de la ópera cuyo parecido con la difunta madre es asombroso. De esta forma se introduce el mito tan alemán del “doppelgänger”, y quien asume tal doble papel es la actriz Barbara Sukowa. Pero la trama se inclina hacia el origen biológico del parecido, intentado aclarar el verdadero parentesco existente a ambos lados del océano.