2016 URT. 14 Anari y Tulsa proponen una experiencia de versiones y reinterpretación propia Siguiendo el espíritu del ciclo Izar & Star, ya por su sexta edición, Anari y Miren Iza (Tulsa) van a versionar canciones o tendencias que han marcado su historia. En el caso de Anari se fijará en composiciones en mi menor de gente como Nick Cave. Mientras que Miren revisará al completo «Highway 61 revisited», uno de los discos fundamentales en la historia de Bob Dylan. Además ambas artistas reinterpretarán canciones de sus respectivos discos de 2015. Pablo CABEZA BILBO Mañana, en Kafe Antzokia de Bilbo, 22.00 horas, Anari y Tulsa van a ofrecer una experiencia singular. La primera por mostrar las canciones en acordes menores que han influido, de una u otra forma, en su estilo: Nick Cave, The Walkabouts, Low… Asimismo revisará canciones de su repertorio, esta vez acompañada solo por Ander Mujika (Napoka Iria). De otra parte, Tulsa, la banda de la hondarribiarra Miren Iza, crecida en Getxo, propondrá retomar el histórico “Highway 61 revisited” de Dylan, pero al estilo de “La calma chicha”, disco del que interpretará también algunas canciones. Cabe intuir que pueda haber una pequeña intervención conjunta, ya que Anari colaboró con Tulsa hace años en el tema “La araña”, del disco “Espera la pálida” (2010), que ambas recuerdan con agrado. “Anari vs. mi menor” es la propuesta de la estimada y notable azkoitiarra, novedad el año pasado con “Zure aurrekari penalak”, del que también sonarán algunas canciones. «Para mí es el primer acorde que aprendí. Y empecé a tocar la guitarra fijándome en temas de otros grupos. Un amigo me enseñaba una canción el fin de semana, de vuelta a Gasteiz me la aprendía. ‘The one I love’, de REM, fue la primera que terminé. Creo que si hay algo que me define, son los acordes menores. Y sobre todo el mi menor. Casi todas las canciones que me han tocado de una otra manera, tienen acordes menores. La selección de las versiones ha ido un poco por ahí», explica Anari. En la cultura musical del Este no se tiene la percepción de reposo, tristeza o absorta languidez que tienen los acordes menos en Occidente, pero entre nosotros son lo sombrío y los mayores la luz, obviamente con matices y sin que sea así ineludiblemente, el estilo, las forma, también tiñe la sonoridad. «Sin duda, los acordes menores son tristes, melancólicos. Una canción solo de acordes menores deriva en tristeza. En mi primer disco hay unas cuantas así. Leonard Cohen, las canciones francesas… Mi intuición me ha llevado a utilizar cada vez más acordes mayores e intentar aportar el contraste con el menor. En los últimos discos hay varias canciones con esta estructura. En cuanto a la música del Este, no soy una experta, pero creo que el acorde menor es el elemento que en contraste con los mayores le da ese punto tan épico, melancólico...». Respecto a las versiones posible en la noche del viernes Anari precisa: «Versionaré a artistas que siento que son parte de mi educación musical, por expresarlo de alguna manera. No sé por qué, pero el planteamiento de este concierto me llevó un poco a buscar el origen de mis canciones, o de mi forma de componerlas. Podría haber sido de una manera distinta, porque lo cierto es que escucho todo tipo de música, y me encanta Palace Songs, sí, pero también canciones de Madonna, Michael Jackson o Daftpunk. De hecho, lo que más me gusta de las versiones es sacar la magia de la canción misma, aunque pueda no gustarte. Pero no es el caso. Versionaré a artistas y canciones que me motivan». Anari comienza a cantar en solitario alrededor de 1995. Después llega la banda u otras combinaciones, pero siempre con parecido resultado: la intensidad dolida, el corazón buscando el exterior. «Mi camino, como bien conoces, empezó sola con la guitarra. Y de alguna manera sigue, porque las canciones las compongo y las escribo yo. Siempre he mantenido la dinámica de ofrecer conciertos sola, aunque tengo que confesar que pasé mi momento de crisis en este sentido. Quizá estaba en una época muy eléctrica y me costó volver a mi origen. Pero hoy es el día en que me encanta tocar sola y siento que las canciones llegan a lugares que nunca alcanzarían con la banda. Y viceversa». Han pasado 20 años desde sus primeros conciertos, donde ya se vislumbraba peculiaridad. Con discografía reposada, sus discos y sus conciertos han conseguido que una propuesta inusual llegue a miles de aficionados. Composición, voz, estilo y arreglos han logrado la hazaña, como exprime y desnuda en su reciente álbum «Zure aurrekari penalak», donde las teclas añaden nuevos roces de tristura. Tulsa Miren Iza es Tulsa. El proyecto que inicia en 2002 tras la disolución de Elektrobikinis, formación pionera en riot grrrl. Con Tulsa Miren se desplaza a Madrid, donde inaugura un espacio musical ajeno a su pasado. En sus álbumes: “Tulsa”, “Solo me has rozado” o “Espera la pálida” se cruza con las sombras, la soledad ambiental..., todo marcado por la austera belleza y con referentes hacia The Jayhawks. o el propio Dylan. En 2011 parte hacia Nueva York por cuestiones de trabajo (es siquiatra) y la necesidad de nuevas exploraciones. El año pasado, ya de regreso, publica “La calma chicha”, que mantiene el nivel letrístico y marca un cambio tan sutil como profundo: la inclusión de sintetizadores y ritmos pregrabados. Con todo, la fragilidad sensitiva la une con su pasado. Comenta: «El disco ‘Highway 61 Revisited’ es de los álbumes que más me ha marcado y que aún me suena vibrante como pocos. Esa grabación fue una especie de milagro, fue la remontada de Dylan, una vuelta a lo grande y a la vez muy poco planificada, muy visceral. Las letras de Dylan son pura asociación libre y unos músicos que parece que cabalgan en las canciones. Lo vamos a hacer desde donde estamos ahora, desde ‘la calma chicha’, así que será un revisited revisitado, no apto para puristas, aviso. También nos vamos a permitir modificaciones y adaptaciones de las canciones porque algunas, en nuestras manos, son demasiado largas. Que Bob nos perdone» Anari se acompaña de Ander Mujika para sus revisiones “menores” y Tulsa se acerca con banda. Es posible que surja un encuentro entre ambas. FUTUROLas estadísticas dirían que hasta 2020 no me toca nuevo disco. Así que me voy a aferrar a ellas y estar tranquila. Disfrutar de este disco. La composición de un disco es un proceso muy duro de búsquedas y pérdidas, logros y fracasos» (Anari) JUNTAS«Lo de las versiones con Miren no lo sé, puede que surja algo, pero lo dejaremos para el final. Con Dylan me llevo muy bien. Le he descubierto no hace mucho tiempo. Vengo oyendo todos sus discos, aún estoy en ello. Y es increíble» (Anari) CONEXIÓN ILa música conecta con lo más primitivo de nosotros. Su impacto emocional es tan fuerte como el que tienen los olores, enorme capacidad de evocación y de recuerdo emocional. Y todas las personas tienen una riquísima historia musical que constituye un refugio particular y eterno, cuando se entra en él te sientes a salvo de todo» (Iza) CONEXIÓN II»No depende de si utilizas sinte o trompeta, quizá dependa más de la tonalidad mayor o menor, o de la melodía de la voz, o de la emoción con la que se presiona una cuerda o una tecla, o de la primera vez que oíste una canción determinada, o de la persona con la que estabas» (Iza)