Pangos y Oliver castigan sin premio la pelea de los de Fisac

La pareja de bases de Gran Canaria siempre halló la forma de anotar ante un GBC que luchó hasta el final.

RETABET.ES GBC 79

GRAN CANARIA 87

A diferencia del chorreo que encajaba Estudiantes en Gasteiz, Retabet.es Gipuzkoa Basket peleó el triunfo sobre Herbalife Gran Canaria hasta el último segundo. Sin embargo, al igual que a la escuadra del Ramiro, el potencial de su rival lo sobrepasó. Aguantaron los de Fisac a la fuerte línea interior grancanaria, y los aleros de Aíto García Reneses no tuvieron su mejor día en el tiro. No obstante, los bases Oliver y Pangos desequilibraron el encuentro. Entre los dos sumaron 38 puntos, con cuatro triples por barba.

Quizá fuera porque las molestias físicas mermaron tanto a Lawrence como a Andrés Rico, pero lo cierto es que los minutos en los que Llompart no estuvo sobre la pista, el conjunto «pío pío» se escapó de manera irremediable. Una lástima, porque a pesar de ello, Gipuzkoa Basket no se rindió jamás. No solo eso, comandó el marcador durante el primer cuarto y alternó la cabeza en el luminoso hasta el filo del descanso.

El encuentro arrancaba con dos mates de un Marcus Landry que mientras le duró el fuelle estuvo siempre en primera línea de fuego. Agbelese se cargaba pronto de personales, pero la entrada de Doblas fue muy buena, borrando a Omic del partido a base de sacarle faltas. Ya para entonces, con empate a 24 al final del primer cuarto, Pangos y Oliver sostenían a los de Aíto.

El primer arreón visitante llegaba en los siguientes diez minutos. Después de que Grimau anotara un triple para adelantar a GBC 24-19 a poco de acabar el primer período, Gran Canaria respondía con un parcial de 0-13. Oliver alternaba aciertos en el triple con pases malos, de modo que Aíto García Reneses daba la alternativa a Pangos, y el canadiense respondió. Ocho puntos sin fallo y mucha clarividencia para mover al equipo.

Urtasun y Llompart lideraban la respuesta guipuzcoana para adelantar a los de Fisac 39-38. Pero aquella iba a ser la última ventaja local, que veía cómo los subcampeones de Copa se iban al descanso con 43-49 a su favor.

Rebotes en ataque

La tónica del partido se fue repitiendo tras el descanso. Casi invariablemente, la primera canasta del cuarto caía del lado local, pero veía cómo Gran Canaria adquiría una renta que rozaba la decena. Mientras a Llompart le duraba el fuelle, empero, GBC volvía a la carga y empataba el luminoso a 57, toda vez que los visitantes erraban sus triples ante la buena defensa de los donostiarras.

Ahí entraba en juego otra faceta clave: los rebotes. El escolta finés Sasu Salin fue una anguila escurridiza que se colaba para cargar el rebote y obtener nuevas oportunidades. Así, un triple del propio Salin, seguido de otro de Oliver, lideraba un parcial de 4-14, con el que Gran Canaria rompía el partido aparentemente: 61-71.

Solo aparentemente. GBC, con Lawrence y Llompart compartiendo pista, se conjuraba para buscar la victoria. Dentro del último mnuto logró pasar del 70-80 al 79-82, pero ahí se paró. Oliver, con dos tiros libres y un robo, cerró el partidazo de los bases grancanarios para certificar su triunfo en Illunbe.