Achacan a un error humano el accidente en el que murieron 13 universitarias

Trece chicas de varias nacionalidades, en su mayoría estudiantes de Erasmus vinculadas a la Universidad de Barcelona, murieron ayer en un accidente de autobús en la AP-7 a la altura de Freginals (Tarragona). La Generalitat lo achacó inicialmente a un «error humano», mientras que la Asociación Estatal de Víctimas de Accidentes (DIA) destacó que el lugar donde ocurrió el suceso está catalogado como «punto negro» por la DGT. En concreto, se trata del kilómetro 333, ubicado dentro del tramo de especial peligrosidad que abarca del kilómetro 330 al 340.

El accidente, ocurrido minutos antes de las seis de la mañana, se produjo al parecer cuando el conductor dio un «volantazo». El autobús atravesó la mediana de la AP-7 y volcó, colisionando con otro vehículo. A consecuencia del impacto, 13 ocupantes resultaron muertos y 28 heridos, 9 de ellos graves, mientras que otras 21 personas salieron ilesas. El conductor del autobús es uno de los ilesos, y fue trasladado a la comisaría de Tortosa para prestar declaración. En las pruebas de alcoholemia y drogas dio negativo, y ni el tacógrafo ni los papeles del vehículo presentaban ninguna anomalía.

Se trata de un chófer con experiencia que lleva 17 años trabajando en Autocares Alejandro y sin ningún siniestro, según fuentes de la empresa propietaria del vehículo, ubicada en Mollet del Vallès (Barcelona).

Un autobús casi nuevo

El autocar cumplía todas las normas de seguridad, había pasado la ITV en la fecha que le correspondía y era un vehículo de unos tres años de antigüedad de la marca Mercedes.

Formaba parte de una expedición de cinco autobuses que llevaban a los estudiantes a Barcelona desde Valencia, donde habían asistido a la ‘‘cremà’’ de las Fallas.

Las trece víctimas mortales del accidente son mujeres y de varias nacionalidades, por lo que ayer mismo se iniciaron las gestiones del proceso de repatriación.

La Dirección General de Protección Civil de la Generalitat informó de que en el autobús viajaban estudiantes de Perú, Bulgaria, Polonia, Irlanda, Palestina, Japón, Ucrania, República Checa, Nueva Zelanda, Gran Bretaña, Italia, Hungría, Alemania, Suecia, Noruega y Suiza.

Hacia las 13.30 de ayer finalizaron las tareas de levantamiento de cadáveres y se retiró el autobús de la vía. La Generalitat decretó dos días de luto.