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Un prolífico Neil Young es actualidad con el doble cedé «Earth»

Neil Young lleva muchos años empeñado en concienciar al mayor número de personas de cuidar la Tierra. Es conocida su pelea contra el uso de la gasolina como combustible, él suele utilizar mixto: eléctrico y etanol, también biodiésel. La propuesta tiene sus contradicciones, pero cabe quedarse con sus iniciativas hacia el respeto al planeta o la denuncia activa a proyectos como un oleoducto entre Canadá y Estados Unidos. Mientras tanto, continúa grabando.


A pesar de su veteranía, son ya 70 años, no hay prácticamente año en el que el canadiense Neil Percival Young no grabe un disco de una u otra forma. Ahora es el directo “Earth”, que viene a prolongar a “A letter home”, (2014), “Storytone” (2014) y “The Monsanto years” (2015).

“Earth” es un doble álbum que recoge canciones de su gira presentación de “The Monsanto years”, pero donde también aparecen canciones de “Ragged glory”, que aporta uno de sus muchos himnos épicos ecologistas, “Mother earth”. De este álbum es también “Love & only love”, una reinterpretación que Young lleva casi a los 30 minutos de duración. El corte ya era una pieza muy atractiva en su grabación de estudio, pero en esta toma en directo la sugerente melodía se expande al lado de guitarras líquidas capaces de tomar infinitos caminos o los infinitos caminos que confluyen, paradójicamente, en el singular sonido Young eléctrico. El corte es un homenaje al viejo rock, donde las canciones podían ajustarse al formato del single o derivar en largas proyecciones que la música actual parece desdeñar. Young y Promise of the Real envuelven al oyente de forma cautiva. No, no hay escape ante estas propuestas donde Young toma el camino rockero libre y denso. El final deriva en una metáfora a interpretación del escuchante, se pierde el acorde y se entra en una derivada de ruidos y sonidos que tanto pueden ser la queja de la Tierra, el caos o el renacimiento. Además de incluir diversos efectos de sonidos de distintas aves y otros aspectos, algo que se repite a lo largo de todo el disco: grajos, viento, mugidos, ruidos de la ciudad, de coches, caballos, ranas, gaviotas, gallos, insectos, disparos, agua, olas, campanas... Todo con coherencia, sin inclusiones aleatorias. De hecho, el disco es conceptual, el planeta como ser vivo mágico y doliente.

De “Sleeps with angels” toma “Western hero”; de “On the beach” aporta “Vampire blues”, que respira acidez y cuerpo a lo largo de sus seis minutos; de “After the gold rush” elige la canción del mismo título, cautivadora composición en la que Young da preferencia al piano. “Big box” es otro momento sensorial, guitarras y coros se enfrentan a la voz de Young a lo largo de diez minutos. Cada canal del estéreo abrasa con solos intensos que mueren en la eternidad. Es difícil hallar tanta intensidad y nobleza en estos últimos años de música y artistas populares tan espurios. La canción es de “The Monsanto years”, como otras cuantas inclusiones, como “Wolf moon”, íntima y destacable.

Monsanto

Monsanto es una multinacional estadounidense productora de agroquímicos y biotecnología destinados a la agricultura. Monsanto fue pionera en la modificación genética de células vegetales. Sus semillas y otros productos pretenden la globalización y el monopolio. Las críticas a Monsanto son universales. La Unión Europa califica, por ejemplo, su herbicida Roundup como no biodegradable, mientras que EEUU dice que es «no peligroso». El monstruo Monsanto aplaude la ITTP.

Young se acompaña del grupo Promise of the Real, de Lukas Nelson

Al contrario que Dylan, Young conserva aún un excelente tono de voz. No es el de su juventud, pero mantiene los agudos, lo que fue. Y va a lo suyo, que no es mal versionar a Sinatra. En “Earth” se acompaña, como en “The Monsanto years”, de Promise of the Real, la banda creada por el guitarrista Lukas Nelson, hijo de Willie Nelson. También participa Micah Nelson, otro hijo de Nelson. Atractivo grupo que consigue que no se note la ausencia de la noble Crazy Horse.P.C.