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Athletic

Valverde tiene trabajo por delante para corregir los «errores gruesos» que vio

Más allá del punto de rebeldía que se espera de los jugadores más señalados enGijón, deberá insistir en mejorar aspectos de un juego todavía de pretemporada.


Ernesto Valverde, con el seguro cabreo ya somatizado a estas alturas de semana, seguirá dándole vueltas al partido de El Molinón. Lo mismo que San José a su irreconocible actuación, o Susaeta que venía de firmar una aceptable pretemporada, o Iturraspe foco de la atención mediática aun sin jugar un minuto, o Muniain y su inapreciable aportación desde el banquillo... Pocos hombres se salvaron de la desdibujada actuación en Gijón, uno de ellos, un Gorka Iraizoz que poco nada pudo hacer en los goles y sí detuvo un penalti. Tras el duelo, inevitable, se le preguntó por las intenciones del entrenador en la portería cara a los próximos partidos, el más inmediato ante el Barça, a lo que respondió con un incómodo «preguntadle a él». Poco antes, el aludido contestaba a los periodistas que «hoy ha jugado él, el domingo que viene ya veremos». Es decir, otra semana más en boca de todos el asunto de la portería por si no hubiera poco en prensa y aficionados con dar por amortizados a señalados jugadores, cuestionar la titularidad de algunos fijos que parecían no estar a punto o, menos mal algo positivo, alegrarse del debut de un nuevo cachorro, lo que siempre endulza un trago amargo.

A decir verdad, nadie esperaba un Athletic no ya que fuera por debajo en el marcador, sino con tan poca capacidad de reacción ante la adversidad. O que piezas fundamentales en el engranaje ofrecieran un perfil tan alejado del esperado incluso a estas alturas del curso. Quién sabe si tanto en lo colectivo como en lo individual, esta derrota que habrá escocido lo suyo sirva de revulviso ante el Barça. Además de ese punto de rebeldía, parece claro que Valverde hará hincapié esta semana en ajustar cosas que no le han gustado, no solo en la defensa de jugadas a balón parado como se quejó, sino en la pérdida de balones comprometidos que ante Messi y compañía serían letales.

En cualquier caso, lo hecho, hecho está. Un tropiezo inesperado, tres puntos previstos en la cuenta de la vieja y que habrá que recuperar quién sabe si en un campo más complicado donde no hacerlo entraría dentro de la lógica, y ahora un Barcelona en racha ante el que habrá que apretar los dientes. La temporada pasada el Athletic comenzó con 3 puntos en las tres primeras jornadas, igual que en la 2014-15, donde sumó 5 en ocho jornadas nada menos. Un resultado adverso en Gijón que no menoscaba para nada el crédito en este equipo, aunque Valverde deberá tener presente aquello de no dejar para mañana lo que puedas hacer hoy.