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Juventudes del PP recogen firmas para salvar el Monumento a los Caídos

La reacción de Nuevas Generaciones en Nafarroa se produce después del anuncio de la exhumación de los restos de Mola y Sanjurjo.


«El alcalde de Pamplona, Joseba Asirón, por motivos ideológicos, quiere llevar a cabo la destrucción programada, por pasos, del Monumento a los Caídos, situado en el ensanche pamplonés. Edificio de incalculable valor histórico-artístico», este es el encabezamiento de la petición que ha creado Álvaro Sobejano, actual líder de Nuevas Generaciones, para defender esta construcción levantada a mayor gloria de los golpistas en Iruñea.

El argumento para salir en defensa del Monumento a Los Caídos es que «forma parte de nuestro patrimonio español, y ha sido compañero de la cotidianeidad de muchos pamploneses». Por esto exigen «respeto a nuestra historia y al bien común».

Tras el anuncio por parte del Ayuntamiento de la clausura del cementerio de la cripta y la entrega de los restos humanos de los allí enterrados a sus familias (incluidos los de los generales Emilio Mola y José Sanjurjo), se produjeron varios brotes reaccionarios. Entre otros, aparecieron pintadas amenazantes contra el alcalde.

Por otra parte, varios columnistas de los medios de derecha navarra publicaron también soflamas contra la decisión de retirar los restos de los golpistas del lugar. Concretamente, Luis Landa puso como ejemplo en la principal tribuna de “Diario de Navarra” a la ciudad de Logroño, donde aún se mantienen las calles a Mola y Sanjurjo.

UPN también salió a defender a la familia de Sanjurjo, que ha sido la única que se ha opuesto a la medida de exhumación de los restos, al considerarla una «barbarie». El Ayuntamiento ha contratado a la Sociedad de Ciencias Aranzadi y será el presidente de la misma, el forense Paco Etxeberria, el que supervise la operación de rescate de los restos para después dejarlos a disposición de las familias.

13 de setiembre de 1936

Por otro lado, Donostia anunció ayer que recordará a los ciudadanos que tuvieron que huir el 13 de setiembre de 1936 con la entrada de las tropas golpistas en la capital guipuzcoana.

Explicaron que el objetivo es dar «un significado especial» a ese día que supuso «la desaparición de las libertades y principios democráticos», así como el inicio de «un éxodo masivo de donostiarras».

Recordaron que «en torno al 50% de la población de la ciudad», unos 40.000 donostiarras, salieron de la ciudad.

Para recordar la efeméride, pondrán en marcha una exposición titulada “Oroimena bizirik” en la casa de cultura de Aiete y además realizarán un acto institucional para reconocer a todas las personas que tuvieron que dejar la ciudad, y también para «recuperar» la memoria colectiva y generar «reconocimiento y empatía» hacia las víctimas. El acto en sí será un homenaje también a la Corporación municipal de entonces.