2016 URR. 16 HOMENAJE EN TAFALLA A LOS FUSILADOS TREINTA AñOS DESPUÉS... DEL TERROR A LA ESPERANZA EN 1986 SE PUBLICÓ «NAVARRA 1936. DE LA ESPERANZA AL TERROR», UNA OBRA REALIZADA EN AUZOLAN QUE DOCUMENTABA LOS MÁS DE 3.400 FUSILADOS EN NAFARROA. AYER, 30 AñOS DESPUÉS, MEDIO MILLAR DE PERSONAS HOMENAJEARON A QUIENES ELABORARON ESA OBRA Y HAN HECHO POSIBLE REVERTIR LA FRASE: DEL TERROR A LA ESPERANZA. Iñaki VIGOR Varias decenas de personas se quedaron ayer por la tarde sin poder entrar al centro cultural de Tafalla, cuyo aforo de 450 asientos se llenó por completo para asistir al homenaje a los fusilados en Nafarroa a raíz del golpe de Estado de 1936. El acto coincidió con el aniversario de la mayor «saca» realizada en este herrialde hace 80 años, cuando 64 vecinos de Tafalla fueron trasladados a la Tejería de Elomendi (Monreal) y fusilados. Todavía sigue siendo la mayor fosa común existente en Nafarroa. El Gobierno del cambio tiene intención de colocar allí un monolito de recuerdo, según adelantaron ayer. El acto comenzó a las seis de la tarde, con media hora de retraso porque los organizadores se vieron desbordados por la gran asistencia de personas de distintas zonas de Nafarroa. Tras un pequeño repaso histórico al trabajo de recogida de datos realizado en los años 80 sobre los fusilados, el forense Paco Etxeberria recordó que ya existe una abundante documentación sobre la represión en Nafarroa y pidió a las autoridades de este herrialde que la oficialicen. A continuación, Lucio Urtubia subió al escenario entre los aplausos de los asistentes. «Yo no soy cantador, pero este jodido Esparza me mete en cada una...», comentó el conocido anarquista antes de interpretar en francés la canción ‘‘Tiempo de cerezas’’. El momento más emotivo llegó con el aurresku de homenaje a cinco mujeres, familiares de fusilados, que se hizo extensivo a todos los represaliados en Nafarroa a raíz del levantamiento franquista. Cada una de ellas recibió un clavel rojo, además de un ramo de flores que fue entregado por el alcalde de Tafalla, Arturo Goldarazena, y la consejera Ana Ollo en representación del Gobierno. Todos los asistentes, puestos en pie, entonaron en ese momento el ‘‘Agur jaunak eta andreak’’, en memoria de los asesinados. Seguidamente Emilio Majuelo alabó el trabajo realizado hace 30 años por Altaffaylla y AFAN y calificó de «enorme» la obra realizada. El gran impulsor de aquel libro fue Jose Mari Esparza, que fue homenajeado junto a las personas que lo coordinaron. «El ciclo de la guerra no se puede dar por concluido hasta que no salga el último preso a la calle», afirmó el editor tafallés entre la ovación del público. También fue homenajeado Fermin Balentzia, «el juglar de la memoria», de quien se proyectaron imágenes históricas, para sorpresa de él mismo, mientras sonaba una de las canciones que ha compuesto en memoria de los represaliados. «La Chula Potra» y «El Drogas» unieron sus voces y su música a este acto de homenaje, que se prolongó más de dos horas. Al final, tanto los homenajeados como los asistentes entonaron una de las canciones más emblemáticas compuesta por Fermin Balentzia: ‘‘Si canta Tafalla, canta Euskal Herria’’. El terror desatado con los fusilamientos de 1936 vuelve a dejar paso a la esperanza. El homenaje a cinco familiares de fusilados se hizo extensivo a todos los represaliados tras el golpe de Estado de 1936.