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CLÁSICA

Un violinista único entre sus semejantes


El italiano Augustin Hadelich es uno de los mejores solistas que ha pisado Donostia en los últimos años. Violinistas jóvenes y sobresalientes hay muchos, pero Hadelich está en otra liga: su técnica es perfecta y el sonido que extrae del violín precioso, pero sobre esos aspectos se eleva su maravillosa forma de frasear, de expresar cada detalle, de construir el discurso formal y de comunicarse con la orquesta. En su interpretación del “Concierto para violín” de Mendelssohn mostró una altura artística excepcional y una pasión en absoluto impostada: su trágica historia vital -sufrió un grave accidente con 15 años y tuvo que someterse a más de 20 operaciones para poder seguir tocando el violín- parece haberle otorgado una visión profunda de ese arte de los sonidos que tanto se esforzó por retener. 

Hadelich tuvo a sus espaldas a la Orquestra de Cadaqués, bien conocida en Donostia y no por ello menos notable. Como buena orquesta ligada a un festival y formada por solistas, mostró un nervio y energía inagotables en su interpretación de la “Sinfonía nº2” de Beethoven, con un papel muy destacado de los vientos madera –algo lógico teniendo en el podio a un gran flautista como Jaime Martín–. De forma inesperada, este concierto que parecía ser ‘uno más’ terminó clasificándose entre lo mejor de la temporada.