2016 AZA. 20 Occidente pierde pie Dabid LAZKANOITURBURU Occidente y su democracia liberal, que tras el desmoronamiento de la URSS a finales de los años 80 del pasado siglo se presentaba como el modelo triunfal –al punto de que alguno llegó a vaticinar de forma tan prepotente como errónea el final de la historia–, ha entrado en crisis. Los sistemas democráticos realmente existentes generan un descontento creciente que amenaza con su derrumbe y el reforzamiento, por oposición, de fórmulas autoritarias de distinto signo. El triunfo de Trump y otros movimientos recientes en el tablero electoral y geopolítico mundial invitan a profundizar en un tema apasionante. La victoria de Trump es una estocada mortal al modelo Es prematuro anticipar que la presidencia de Trump debilitará a Occidente. Al fin y al cabo, el magnate defiende la grandeza de EEUU y EEUU es el paradigma de Occidente. Lo que sí ha quedado tocado es el orden democrático liberal vigente. La deriva estadounidense ahonda en la crisis de ese modelo y apunta a su difícil, cuando no imposible, restauración bajo los mismos parámetros. Brexita, sistema eta ingelesen handinahi nostalgikoa Brexita aurreikusi gabeko kolpea izan zen ordurako krisi larrian zegoen Europar Batasunarentzat. Paradoxikoki, Mendebaldeko sistemaren oinarrietako bat diren britainiar kontserbadoreak ultraeskuindar populismoari keinuka hasi dira. Horien asmoa ez da, ordea, sistema suntsitzea, eskuinetik berpiztea baizik. Eskuinetik eta Amerikako Estatu Batuetako presidente berriarekin itun anglosaxoi estrategikoa sinatuz. Posible izango den ala ez, oraindik ikusteko dago. Europa es incapaz hasta de amarrar al país más pobre Harta de la corrupción y de las escasas expectativas de futuro, la población de Moldavia, el país más pobre de Europa, ha votado a un candidato prorruso, Igor Dodon, del Partido de los Socialistas. Para lo único que les ha servido a los moldavos el acuerdo de asociación con la UE firmado en 2014 ha sido para que Moscú les castigara con un embargo a las frutas y carne de un país agrícola. Rusia, que mantiene el agujero negro de la prorrusa Transdnistria, cabalga ya sobre el malestar de los moldavos rumanos. La Turquía de Erdogan, en plena deriva autoritaria, se aleja cada día más Turquía volcada de lleno en el juego regional y con tropas actuando tanto en Siria como en Irak, está inmersa en una deriva represiva que vuelve a tener a los kurdos –y a la prensa no afín– en el punto de mira. Erdogan, quien sufrió un intento de golpe de Estado en pleno proceso de deshielo con Rusia, tiene como objetivo apuntalar su poder presidencial con un referéndum constitucional. Para ello necesita el apoyo de la ultraderecha panturca del MHP. Se espera, por tanto, que la deriva persista. Y, con ella, el creciente divorcio respecto a Occidente. Erdogan amenaza ya con un referéndum sobre la UE si esta sigue bloqueando el proceso de adhesión.&hTab; Putin sonríe desde su «democracia a la rusa» La nueva Rusia de Vladimir Putin, que rechazó desde un principio la «imposición» del modelo democrático occidental, asiste confortado a su grave crisis. Una crisis que coincide con su repunte como potencia y que está provocando el desmarque de muchos países occidentales respecto a la política de sanciones contra Rusia. Si Trump se sumara a ella, el bingo sería total y la economía rusa registraría un evidente alivio. Otra cosa es que no servirá para revertir una economía rentista e incapaz de modernizarse. Tampoco parece que el modelo de «democracia a la rusa» sea muy operativo más allá de forzar la unidad frente al enemigo extranjero. «Socialismo» de mercado y liderazgo colectivo China es el ejemplo más elocuente de la falsedad del axioma de que la democracia liberal es el mejor modelo, cuando no el único, a la hora de aportar crecimiento económico a un país. Más aún, el modelo político chino, basado en el principio del liderazgo colectivo y de la rotación en el poder de las diferentes corrientes del Partido Comunista, se revela como muy eficaz a la hora de gobernar o, lo que es lo mismo, de enmendar errores. Malasia ahonda la brecha abierta por Filipinas Siguiendo los pasos del presidente filipino, Rodrigo Duterte, el primer ministro malasio, Najib Razak, ha hecho suya la tesis de China de que los diferendos territoriales se resuelvan de forma bilateral. Najib reacciona a la investigación – confiscación de bienes– iniciada por EEUU por un desvío de 1.000 millones de dólares del fondo de inversiones (IMDB). Él lo niega y se escuda en el anticolonialismo. Y China le ha insuflado dinero para evitar la bancarrota. La diplomacia del dinero le funciona perfectamente al PC chino. Termidor autoritario en pleno invierno árabe La presidencia del golpista Al Sissi en Egipto es el ejemplo más acabado de la marcha atrás histórica que sufren los pueblos árabes tras la frustrada experiencia de las revueltas árabes. Y Occidente, por su apoyo matizado a gobiernos islamistas salidos de las urnas, ha salido perdiendo. Egipto coquetea abiertamente con Rusia e impulsa en la vecina Libia, con el apoyo de Moscú, las pretensiones del exgeneral gadafista Hiftar. EEUU perdió Irak y lleva camino de perder en Siria EEUU invadió y ocupó ilegalmente Irak para que luego cayera como fruta madura en manos de Irán. Y todo apunta a que la actual ofensiva sobre Mosul, liderada desde el aire por aviones estadounidenses, acabará reforzando al Gobierno títere de Bagdad. Otro tanto ocurre en Siria, donde Rusia apuntala al régimen. Por si esto fuera poco, la apuesta kurda de Obama está en el punto de mira de Turquía, con tropas en ambos países. Mendebaldekoen auzitegiari planto Afrikako agintariek Mendebaldearen Afrikarenganako mespretxua ez da erabat desagertu eta egun Hagako Nazioarteko Zigor Auzitegia epaitzen ari den hamarretik bederatzi afrikarrak direla eta, planto egin dute, edo egitekotan dira, hainbat herrialde. Kasu askotan hango agintariek ez dutelako inolaz ere egunen baten epaituak izan nahi. Zer epaitu badagoelako, hain zuzen. La eslava Bulgaria gira hacia su histórico aliado Bulgaria, que junto a Rumanía entró en la UE tarde (2007) y mal (sin las ayudas y concesiones a los anteriores países adheridos), ha decidido girar la vista hacia Rusia, potencia eslava de la que históricamente siempre ha sido aliada. El nuevo presidente electo, el general Roumen Radev, defiende compaginar la pertenencia del país a la OTAN con la profundización de relaciones con Rusia. Ya ha anunciado que luchará por levantar las sanciones a Moscú. Orban y «el fin de la democracia liberal» Pocos gobernantes europeos han sido tan explícitos y ningún líder mundial ha mostrado tanta euforia como el primer ministro húngaro, que ha anunciado el fin de la democracia liberal y el advenimiento de la verdadera democracia libre de lo políticamente correcto. El político xenófobo magiar confunde corrección política con respeto a los derechos humanos. Democracia y prepotenciaDabid LAZKANOITURBURU El repunte político de la extrema derecha populista y las grietas en el orden mundial establecido tras la II Guerra Mundial e impuesto como único con el derrumbe de la URSS son consecuencia de la crisis que asola a la democracia liberal. Y ambos fenómenos son la respuesta a la soberbia y prepotencia de ese modelo occidental. Un modelo elitista que desprecia como ignorante el malestar de crecientes segmentos de las clases populares y que exige en el ámbito internacional un apoyo exclusivo, que se basa en la reivindicación tantas veces hipócrita de los derechos humanos y los utiliza como instrumento para ocultar sus ambiciones imperiales y geopolíticas. La incapacidad del establishment estadounidense para valorar el malestar ciudadano –o la voluntad consciente de desconocerlo– y la exigencia por parte de la UE y Occidente de una fidelidad absoluta y excluyente a países del centro y este europeo que tienen lazos históricos y económicos con Rusia son dos caras de una misma moneda. Esa prepotencia está provocando, de un lado, el debilitamiento del propio modelo y, por otro, el refuerzo de alternativas, como la Rusia de Putin, a la que paradójicamente intentaba ningunear y combatir. Que el autoritarismo paternalista ruso, con su economía de capitalismo de amigos, no sea una alternativa deseable en ningún caso puede llevar a revalorizar el modelo democrático liberal. Como tampoco el éxito económico de China puede ocultar sus déficits políticos estructurales, el último de ellos la creciente concentración de poder, hasta hace poco ejercido por un liderazgo colectivo, en torno a la figura de su líder, Xi Jinping. Se precisa otro modelo, que eleve la defensa de las libertades y de los derechos humanos, también los económicos, a una categoría absoluta, inclusiva e incluyente y alejada de instrumentalizaciones espúreas. Porque ni la prepotencia ni la soberbia son derechos humanos.