Una gran final recompensa al mejor equipo del torneo

Holanda redondea la Eurocopa conquistando su primer título al derrotar a una Dinamarca que perdió fuelle tras el descanso.

HOLANDA 4

DINAMARCA 2

Holanda ya forma parte de la historia. Recién llegada a la elite –no accedió a los grandes torneos hasta 2009, aunque desde entonces no se ha perdido Mundial ni Eurocopas–, se convierte en la cuarta selección que se adjudica el título continental, uniendo su nombre a los de Alemania, Noruega y Suecia. Tras una competición redonda, en el que a la fiesta naranja en las gradas se le ha unido el espectacular rendimiento de su equipo.

La final, cuyos primeros 45 minutos fueron los mejores de esta Eurocopa, premió así al mejor equipo del torneo. Al único que ha ganado todos sus partidos y siempre merecidamente. También ayer, pese a que Dinamarca, respondiendo a quienes le consideraban un simple invitado a la fiesta del anfitrión, fue, como ya había pasado en la fase de grupos, el rival ante el que peor lo han pasado las campeonas. Se adelantó en el marcador, fue capaz de reaccionar tras la remontada holandesa y solo en la segunda parte perdió fuelle.

Hasta entonces, los dos equipos habían ofrecido un espectáculo soberbio. Yendo de cara a por la victoria. Y mostrando sus armas desde el pitido inicial. En apenas tres minutos de partido, Van de Sanden había roto por la derecha, Martens por la izquierda y Harder había lanzado su primera contra. Solo dos después, otro contragolpe de la delantera danesa acababa en penalti sobre Troelsgaard, que Nadim convirtió en el 0-1.

Por suerte para Holanda, y para el propio espectáculo, Miedema empató de inmediato, rematando desde el centro del área tras una gran acción de la imparable Van de Sanden.

El partido era un toma y daca. Y no dejó de serlo en todo el primer tiempo, aunque conforme avanzaron los minutos, y gracias en buena medida al reajuste defensivo de las danesas, el equipo de Sarina Wiegmann se vio con menos pólvora. Pese a lo cual fue capaz de completar la remontada aunque, con más dificultades ahora para entrar en el área, el gol llegó desde la frontal, con un chut ajustado de Martens.

No bastó para desanimar a Dinamarca, que había encontrado la manera de hacer daño a su rival. Más segura atrás, los robos de balón se convertían en oro en las botas de Harder. Así llegó el segundo, con una contra de la delantera del Wolfsburgo, que recorrió medio campo para ajustar a la madera el 2-2. Las rojiblancas estaban lanzadas y poco faltó para que Veje primero y Nadim después volvieran a poner a su equipo por delante.

No aprovecharon su oportunidad. Y Holanda sí lo hizo. A los seis minutos de la reanudación, Spiste ejecutaba un lanzamiento de falta con un disparo raso que, con Petersen ejerciendo de estatua, se convirtió en el tercero para su equipo. Fue el principio del fin para una Dinamarca que, afectada moralmente, empezó a notar el cansancio. Con Nadim o Veje demasiado intermitentes, Harder se vio demasiado sola para reconducir el encuentro, algo que tampoco logró la entrada de Thogersen. Su rival, por el contrario, se sintió cada vez más cómodo. Regresaron las carreras por banda y, en el 89, llegó el gol de la sentencia, con un balón en profundidad de Spitse que Miedema resolvió de forma magistral. Ahora sí, comenzaba el reinado de Holanda.