2017 AZA. 03 BALONCESTO - SASKI BASKONIA Otro agónico costa a costa para poder salir vencedor Ante un muy buen Panathinaikos, una canasta a la contra de Beaubois trajo el primer triunfo de la Euroliga. Arnaitz GORRITI SASKI BASKONIA 85 PAO 84 Tal y como sucediera ante Gipuzkoa Basket, un coast to coast de Rodrigue Beaubois dio al Baskonia una victoria agónica, la primera de la presente Euroliga. Pero a diferencia de aquel encuentro, Saski Baskonia jugó mucho mejor, y si tuvo que encomendarse a la heroica fue porque enfrente tenía a un Panathinaikos que estuvo a un gran nivel. Los gasteiztarras se sobrepusieron a varios de sus fantasmas, como el de verse por debajo en los instantes finales por culpa de un mal tercer cuarto. Supieron salir a flote por perseverar y no rendirse, con el apoyo de un Buesa Arena que dio el empujón preciso para, al fin, abandonar el cero. Fue un duelo de calidad en el que hubo de todo. Por ejemplo, Pedro Martínez alineó al jugador del filial Rinaldas Malmanis en el puesto de ala-pívot titular, sentando a Shengelia en el banquillo. Asimismo, Vincent Poirier, inédito ante Tecnyconta Zaragoza, saltaba en el quinteto inicial y acabó rindiendo a gran nivel. Un quinteto inicial en el que destacaba para mal Jayson Granger, al que su nula defensa lo llevó al banquillo, pese a sus quejas ante el nuevo técnico. Reaccionó el equipo con una vitalidad reconocible a ratos el pasado domingo, tratando ante todo de no parar el balón –uno de los mayores defectos de Shengelia y Granger– y el partido entró en una dinámica de acierto y alegría. Saski Baskonia llegó a disponer de 10 puntos de renta, 42-32, ante un Panathinaikos que, a contrapié, respondía con los triples de Singleton y la potencia de Gist, siempre bajo el mandato de Calathes. Y tanto que respondían los de Xavi Pascual, que al descanso se llegó con 47-45. Solo dos puntos para un Baskonia en el que jugadores como Timma o Janning parecían revivir, al tiempo que Granger suplía su falta de dirección con acierto en el triple. Fortuna y compromiso A partir del tercer cuarto, ante un Panathinaikos más duro, volvieron los vicios de los gasteiztarras. Volvieron los vacíos de concentración para cerrar el rebote, las prisas por acabar mediante jugadas individuales, las dudas en lo planteado. Para más inri, al buen hacer de Calathes se le unieron Rivers y un Pappas en estado de gracia. Solo la suerte de que los helenos erraran ocho tiros libres mantuvo a los de Pedro Martínez en la pelea. Y el acierto propio. Shengelia empataba a 74, y aunque el PAO se volvió a ir, sendos triples de Granger y Janning, más varias canastas de Shengelia, apretaban el partido 83-84 en los últimos segundos. En la jugada decisiva, Shengelia taponó a Pappas y el balón le llegó a Beaubois, que a trompicones, quizá en falta, anotó el tiro ganador. Valió la pena sufrir. «Esto nos permite coger aire» «No quiero hacer valoraciones definitivas. He visto muchos fallos. Hemos de mejorar, pero la victoria nos tiene que ayudar a mejorar sin el stress que hubiéramos tenido en caso de haber perdido», se sinceraba Pedro Martínez. «Está bien que se vean pequeñas mejoras y que se valore, pero necesitamos más tiempo y hay que mejorar si queremos ser un equipo competitivo», reiteraba. En todo caso, amén de agradecer el comportamiento de la afición, «en especial en los dos o tres últimos minutos, cuando lo fácil hubiera sido caer en el desánimo», el técnico catalán subrayó su alegría «por los jugadores». «Ellos han sufrido mucho y si el 0-4 pesaba, un 0-5 hubiera pesado más. Esto nos permite coger un poquito de aire», sentenció. Cuestionado por el uso de Poirier, Pedro Martínez dijo que «aunque me cueste demostrárselo dentro del partido, confío en todos mis jugadores. Todos ellos tendrán su momento». A.G. VINCENT POIRIER De no jugar ante Tecnyconta Zaragoza, a ser titular y destacar ayer frente al PAO. El pívot francés sumó 8 puntos, 5 rebotes, 4 robos y un tapón, para una valoración de 14 en 24 minutos y medio. Fue su mejor día con la elástica baskonista.